SANTIAGO.- Minutos antes de ingresar a la capilla San Francisco de Borja, donde fueron velados los restos de los dos cabos asesinados el martes en Qulicura, el general director de Carabineros, José Alejandro Bernales, señaló que en este nuevo episodio de violencia contra sus efectivos, la institución fue una "víctima".
"Pónganse una mano en el corazón, y pongánse en el lugar de las víctimas, como somos nosotros en este momento. Tenemos dos carabineros muertos, somos víctimas", enfatizó Bernales, quien esta mañana se sumó a la petición que los familiares de los cabos Job Burgos y Carlos Cuevas hicieron a los tribunales para que se haga justicia en el caso.
En esa línea, el general director de la institución precisó que "lo único que pido es que los que están aplicando la justicia, la apliquen como corresponde. Lo pido no como poder, sino como persona".
Bernales también se refirió al estudio publicado ayer por la División de Seguridad Pública del Ministerio del Interior, haciendo hincapié en que el 16,5% de aumento de delincuencia que arrojó el estudio tiene como principales protagonistas a los criminales reincidentes.
Recalcando que los cabos de la 49° Comisaría de Quilicura murieron en el cumplimiento del deber, el general Bernales puntualizó que Carabineros está haciendo su trabajo de manera correcta y efectiva "llegando al minuto que se llama a procedimiento".
El adiós a los Carabineros
A la misa de responso de los cabos Job Burgos y Carlos Cuevas, asistieron el ministro del Interior, Edmundo Pérez Yoma, el subsecretario de esa cartera, Felipe Harboe, y el titular de Defensa, José Goñi.
A la ceremonia también llegaron el subsecretario de Investigaciones, Ricardo Navarrete, y la subsecretario de Carabineros, Javiera Blanco.
Los ferétros de los funcionarios policiales estuvieron permanentemente escoltados por sus compañeros de labores y se espera que el cortejo fúnebre parta cerca del mediodía con destino al Cementerio General.