"Madame Gil" fue inculpada y encarcelada en París

PARIS.- La empresaria francesa Gilberte Van Erpe, alias "Madame Gil", acusada de haber sido el "cerebro" de la "estafa de los quesitos mágicos" del que fueron víctimas unos cuatro mil chilenos, fue inculpada y encarcelada este viernes en París, informó una fuente judicial.

Tras prestar declaración por casi dos horas, la mujer de 66 años, detenida el martes pasado en Niza, fue procesada por estafa por la magistrada financiera Sylvie Gagnard y encarcelada en Fleury-Mérogis, al sur de París, según la misma fuente.

El próximo 6 de marzo, en tanto, se iniciará un juicio en su contra por los delitos de estafas reiteradas, lavado de dinero y asociación ilícita.

Según lo informado por Canal 13, otro magistrado deberá decidir mañana sábado si Gilberte Van Erpe seguirá arrestada hasta que se inicie ese juicio o si obtendrá la libertad bajo fianza.

"Madame Gil" es sospechosa de haber instigado este fraude en el que se asoció con dos empresarios chilenos, dueños de la firma Fermex S.A., que permanecen recluidos en Chile por este mismo caso.

Fermex comercializó unos "fermentos lácteos" que mezclados con leche daban, según Madame Gil, una especie de "quesitos" destinados a la industria cosmética francesa.

El producto, así como el material necesario, se entregaba a cambio de una "garantía", cantidad que se suponía que daría el doble de beneficios en cuatro meses cuando las cremas obtenidas tras la fermentación fueran revendidas a la sociedad que pretendía exportarlas.

Como la empresa sí pagó los primeros "quesitos mágicos", la operación fue un éxito rápidamente en todo el país y mucha gente se endeudó para sacar partido a una inversión que suponían rentable.

Pero la empresa Fermex y "Madame Gil" abandonaron Chile dejando detrás un estafa evaluada en $5.460.000.000.

Una denuncia contra la empresa francesa de "Madame Gil" fue interpuesta desde Chile en septiembre de 2006, y admitida a trámite en enero de 2007 por la Audiencia Regional de París.

La misma estafa arruinó a 25.000 peruanos, pero la justicia francesa no ha recibido ninguna denuncia desde Perú al respecto.