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Tiempo favorable hace prever pronto control de incendio forestal en Valparaíso

El gobernador provincial, Ricardo Bravo, dijo que actualmente no hay peligro para la población.

07 de Marzo de 2008 | 16:18 | El Mercurio Online
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Una intensa labor se ha realizado para controlar el incencdio.

Nelson Olmos, El Mercurio

VALPARAÍSO.- Las actuales condiciones meteorológicas en la provincia de Valparaíso, donde comenzó a llover durante esta tarde, hacen prever un rápido término del incendio forestal que comenzó el domingo pasado y ya ha consumido unas 4.000 hectáreas y afectado a decenas de viviendas.


Según indicó el gerente de protección contra incendios forestales de CONAF, Luis Martínez, las bajas temperaturas imperantes, la disminución de la velocidad del viento y el aumento en la humedad proporcionan condiciones favorables para que el incendio sea controlado a la brevedad.


"En los próximos días esperamos liquidar el incendio", indicó Martínez. Aunque explicó que "a diferencia de un incendio estructural, es muy difícil predecir en forma exacta cuándo liquidaremos el incendio, dado que hay factores externos, como las condiciones del tiempo atmosférico altamente variables que influyen mucho en el control del siniestro".


La autoridad de CONAF indicó que se mantiene la alerta roja en la provincia, concentrándose el trabajo de las brigadas de CONAF, Ejército, Armada y Bomberos principalmente en la zona sur oeste del incendio, a 3 kilómetros de Curaumilla y 4 kilómetros de Quintay, donde subsisten diversos focos activos.


Disminuye riesgo para la población


Por su parte, el gobernador Ricardo Bravo puntualizó que actualmente el incendio no representa peligro para la población. "Gracias al eficiente trabajo realizado por las brigadas, el siniestro quedará liquidado a la brevedad. Hoy no existe peligro para la población", afirmó.


No obstante, señaló que "el sistema de evacuación que tenemos preparado para estas ocasiones aún no se desactiva, dado que debemos estar atentos por si cambian las condiciones climáticas y el viento nos juega una mala pasada".


En el control del incendio trabajan 545 personas, apoyadas por siete helicópteros, dos aviones Dromader, dos buldózer y dos retroexcavadoras.

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