Los textos justifican la demanda que Perú presentó en La Haya.
EMOLSANTIAGO.- Los límites marítimos entre Perú y Chile no están definidos, pese a que Lima pidió resolver este tema en "diversas oportunidades". Ésta es la tesis que plantean los polémicos textos escolares que distribuirá el gobierno de Alan García para explicar el origen de la demanda marítima presentada ante la Corte Internacional de La Haya.
"El Perú propuso a Chile, en diversas oportunidades, negociar un tratado bilateral de delimitación marítima, pero Chile no aceptó iniciar negociaciones al respecto. En vista de ello, el Perú ha decidido solicitar a la Corte Internacional de Justicia, la máxima instancia judicial de las Naciones Unidas, que determine nuestro límite marítimo con Chile", sostiene el documento.
Con esta iniciativa -que fue criticada por el canciller chileno, Alejandro Foxley- el gobierno peruano asume una ofensiva interna para promover la postura de su país ante este reclamo fronterizo, que Chile desconoce por considerar que los límites binacionales, tanto terrestres como marítimos, están demarcados y zanjados por tratados y acuerdos históricos.
El texto hace hincapié en que el origen de la controversia radica en un problema geográfico, ya que cuando Perú y Chile miden las 200 millas del mar adyacente "se produce una superposición del área marítima que el corresponde a cada uno, de manera similar a la intersección entre dos conjuntos".
"La reclamación de derechos sobre esa área por parte del Perú y Chile determina que exista una controversia jurídica de delimitación marítima", sostiene el escrito.
Recuerda asimismo que el derecho internacional establece que en los casos de superposición de reclamos marítimos entre países vecinos "corresponde delimitar la zona mediante una línea que divida de manera equitativa el área en cuestión".
El texto platea también que recurrir a La Haya constituye un mecanismo de solución pacífica, "a fin de no poner en riesgo la paz y seguridad internacionales, ni la justicia".
La estrategia peruana fue aprobada a fines de febrero, tras un acuerdo entre el Ministerio de Educación y la Cancillería del vecino país para fortalecer "la conciencia histórica" entre los alumnos peruanos sobre un tema de actualidad nacional, explicaron las autoridades en esa oportunidad.