Ramón Córdova Olave fue el primero en descender del carro de Gendarmería.
Harold Castillo, El MercurioSANTIAGO.- Con la presencia de tres de los imputados en el caso se reconstituyó el robo al frigorífico Trendy perpetrado el 12 de febrero pasado en Quilicura, que concluyó con la muerte de los cabos de Carabineros Carlos Cuevas y Job Burgos.
Hasta la esquina de las calles Cordillera con Villarrica, de la citada comuna, fueron trasladados Felipe Mendoza, José Muñoz Vílchez y Ramón Córdova Olave, quien fue detenido el pasado 13 de marzo.
También arribaron hasta el lugar el fiscal militar Eduardo Musante y el anterior encargado del caso, Pedro Rossel, que ahora llegó en calidad de secretario de la fiscalía para monitorear el procedimiento.
El primero en bajar de la patrulla que los trasladó hasta el sitio en que se desarrollaron los hechos fue Córdova Olave, quien permaneció cerca de dos horas en calle Villarrica. Le siguió Felipe Mendoza.
Al término del prodecimiento, que se extendió por más de tres horas, el fiscal Musante afirmó que aunque no se podía señalar que con la diligencia todo había sido aclarado, ésta sí permitió avanzar en establecer lo que realmente ocurrrió el 12 de febrero pasado.
"La diligencia nos estableció quiénes son las personas que dispararon contra los funcionarios policiales y la participación que hayan tenido cada uno de ellos, y eso es materia de resolución judicial que se dictará en su oportunidad", precisó.
La aprehensión de Ramón Córdova Olave ha aportado nuevos datos a la investigación. El último en ser detenido, reconoció haber percutado su arma en contra del carro policial en la noche del 12 de febrero pasado pero negó haber tenido la intención de asesinar a los dos cabos de Carabineros.
Por lo anterior, la presencia de Córdova en la diligencia es esencial para confirmar las acciones de los sujetos la noche del delito.
Su declaración también abrió un nuevo escenario en la aclaración del crimen: el que sindica a Felipe Mendoza Rojas, su hombre de confianza, como el asesino de los policías.
Éste último habría tomado el revólver del carabinero Cuevas para rematar a su compañero, Job Burgos.
Mendoza ha negado esta versión, ya que si bien admite que disparó contra Cuevas transmite parte de la responsabilidad del homicidio de Burgos a su cómplice, Ramón Córdova.
“No podemos decir que aquí ha quedado todo claro, sino que vamos logrando establecer lo que realmente ocurrió el día en que fallecieron los dos funcionarios”.