Varela recibió aportes del Fondart para realizar el documental pese a que era buscada por su participación en un asalto a una sede del INP.
El MercurioSANTIAGO.- "Creí que el haber participado en el Consejo de la Cultura y en el Fondo Nacional Audiovisual, en democracia, me permitiría mostrar otros mundos. Pero aquí estoy perseguida, inculpada y detenida de cargos que no he hecho", dice Elena Varela López (42), ex mirista detenida el pasado 7 de mayo mientras realizaba un documental sobre el conflicto mapuche financiado por Fondart.
Ella, junto a otros cinco ex subversivos, eran buscados por su participación en el violento asalto a un local de pagos del Instituto de Normalización Previsional (INP) de Machalí, Sexta Región, ocurrido en junio de 2005, tras el cual produjo un tiroteo en el que murieron cuatro personas, entre ellas dos asaltantes.
Mediante una dramática carta, escrita desde la cárcel de Rancagua y dirigida a la ministra de Cultura, Paulina Urrutia, y a autoridades del Consejo de la Cultura y de Corfo, la cineasta acusa a la Policía de Investigaciones de requisar su material audiovisual, incluyendo el polémico documental "Newen Mapuche" -que tuvo un aporte de $52,9 millones de la entidad estatal- y solicita un recurso de amparo para quienes participan en el proyecto.
"Hoy día mis registros audiovisuales, que reúnen la acumulación de historias, testimonios y relatos realizados durante todos estos años han sido requisados por la Policía de Investigaciones, perdiendo mis materiales audiovisuales y exponiendo a muchos entrevistados que han relatado su experiencia, puntos de vista, testimonio e historia en estos documentales", denuncia Varela.
Solicita recurso de amparo
Por esto apela a la intervención de las autoridades "en función de resguardar el material fílmico, la memoria de estos trabajos, el resguardo de sus actores sociales y mi libertad", solicitando un recurso de amparo "para quienes participan en este proyecto, incluyéndome a mí y a mi hija América, con la que he sido amenazada reiteradas veces".
La cineasta acusa a la policía de montar "un relato mediático, ofendiendo mi trabajo (...) inculpándome en calidad de terrorista, asaltante, extremista y otros cargos por los cuales se me imputa". Por esto, dice dudar de "la forma y utilización que harán con estos relatos históricos, ya que están siendo utilizados en mi contra para involucrarme con una historia que ellos no han podido resolver".
Junto con "denigrar" su labor como cineasta y documentalista, Varela asegura que la han amenazado con su familia y que su "equipo técnico fue detenido de la manera más oscura". "Nuestra casa productora fue allanada, por lo tanto destrozaron y se llevaron muchas cosas", afirma.
Además de su material audiovisual, menciona que le fueron arrebatadas grabaciones, banderas de época, lienzos, afiches, platería mapuche, guiones, diarios y libros, y entrevistas a ex militantes, mapuches, presos y dirigentes, entre otros.