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Santiago: Jueves 25 de abril del 2024 | Actualizado 18:50
SANTIAGO.- El Gobierno inauguró hoy bajo el nombre "Mártires de Antuco" un monumento en homenaje a 44 reclutas y un sargento que perdieron la vida el 18 de mayo de 2005 en los faldas del volcán Antuco, en el sur del país.
El ministro secretario general de Gobierno, Francisco Vidal, y el de Defensa, José Goñi, presidieron la ceremonia donde se recordó a los militares fallecidos por hipotermia en una caminata realizada en la Cordillera de Los Andes, ordenada por sus superiores pese a las condiciones adversas del clima.
En la oportunidad, la presidenta de la Agrupación de Familiares y Amigos de los soldados fallecidos, Angélica Monáres, expresó su molestia por la indefensión en que se encuentran después de conocerse el fallo de la Corte Suprema, en que solamente uno de los responsables cumple pena efectiva de cárcel.
El 27 de noviembre del 2006, la Corte Marcial de Justicia de Chile ratificó la condena a cinco años y un día de presidio contra el ex mayor de Ejército Patricio Cereceda por el homicidio de 44 reclutas y un sargento en el volcán Antuco.
La resolución, que además imputó al ex mayor incumplimiento de deberes militares, ratificó la condena impuesta en primera instancia contra Cereceda, por el juez y actual auditor general del Ejército, Juan Arab, que investigó el caso que conmocionó al país.
Los otros imputados
El tribunal castrense también mantuvo la condena de tres años y un día al ex coronel Roberto Mercado por incumplimiento de deberes militares y la pena de 541 días por el mismo cargo para el teniente coronel Luis Pineda.
La corte también confirmó la sentencia a 800 días de prisión contra los capitanes Claudio Gutiérrez y Carlos Olivares y la absolución del suboficial Carlos Grandón y del sargento Abelino Tolosa.
Las penas contra los militares fueron consideradas insuficientes por los familiares de las víctimas, quienes habían pedido elevar las penas contra los involucrados.
El 18 de mayo del 2005, Cereceda ordenó una marcha entre dos refugios de la cordillera de Los Andes, en el volcán Antuco, a unos 580 kilómetros al sur de Santiago, en medio de adversas condiciones climáticas que habían sido advertidas por el servicio meteorológico.
Los cerca de 200 reclutas que iniciaron la marcha se encontraron con el llamado viento blanco (ventisca de nieve), perdieron la orientación y 45 de ellos murieron congelados, en una de las peores tragedias que ha sufrido el Ejército chileno.
