Servicio Aéreo Nacional de Panamá afrontaba crisis antes de la muerte de Bernales

PANAMÁ.- "El Servicio Aéreo Nacional (SAN) afronta una crisis sin comparación en su historia, tanto que hasta la seguridad del espacio aéreo del país está seriamente comprometida". Así lo advirtió, el viernes 7 de septiembre de 2007, el recién nombrado director de la institución, Rigoberto Gordon, quien aclaraba en esa fecha que el origen de la "difícil situación se remonta a años anteriores y gobiernos pasados”.

Sus palabras resultan premonitorias en momentos en que Chile llora la muerte del general director de Carabineros, José Alejandro Bernales, acaecida ayer cuando se desplomó el helicóptero militar que los transportada en el barrio de Calidonia (Ciudad de Panamá), donde muerieron 11 de sus doce ocupantes (6 chilenos y cinco panameños). 

En líneas generales, Gordon atribuía la crisis a cuatro factores internos y externos, que se han traducido, de acuerdo con su opinión, en una pérdida en la capacidad operativa de la entidad.

En el aspecto interno, reconocía que hay muy "poca motivación" en el personal, que mezclado con la "falta de equipos", finalmente se combina con unas "inapropiadas condiciones laborales".

"Hay pilotos que tienen en sus manos helicópteros valorados entre 3 millones y 4 millones de dólares, o aviones cuyo costo pasa de 5 millones de dólares, pero ellos no ganan ni mil dólares. Es más, ni siquiera les dan primas por su especialización", dijo.

Y mientras lo anterior ocurre en lo interno de la entidad, señalaba, que afuera, el mercado privado de la aviación se diversifica y amplía, y absorbe cada día más y con mayor celeridad los talentos formados en el sector público.

La realidad del Servicio Aéreo

En una conversación con el diario La Prensa de Panamá en el año 2007, Gordon precisó que todo lo anterior queda representado, por ejemplo, en el hecho que de las 21 aeronaves propiedad del Servicio – 10 helicópteros y 11 aviones –, solo tres están en buenas condiciones y por ende operativas.

Además de esa realidad, indicó que del presupuesto asignado para este año, 9.8 millones de dólares, solo les quedan 190 mil dólares para cubrir todo lo relacionado con las operaciones, dinero con el que, según advirtió en ese año, no podrán culminar ni siquiera el mes de septiembre de ese año.

Asimismo, informaba que en los últimos seis o siete meses se ha registrado un importante éxodo de pilotos y mecánicos aéreos, lo que compromete aún más las funciones del servicio.

Destacó, en este último sentido, que los estándares internacionales exigen que por cada aeronave debería existir por lo menos dos tripulaciones, pero en el SAN solo quedan unos 30 pilotos para todo el servicio, e igual número de mecánicos.

Soluciones y prioridades

Gordon daba estas declaraciones, en el año 2007, tras sostener una reunión con el también designado ministro de Gobierno y Justicia, Daniel Delgado Diamante. Ministro que hoy recibió a su similar chileno de Defensa, José Goñi, y quien dijo ayer la prensa que el helicóptero accidentado "estaba en buenas condiciones de mantenimiento".   

En ese encuentro, el funcionario, solicitaba un crédito adicional por 1.3 millón de dólares, con el que se podría reparar las aeronaves dañadas y culminar las operaciones este año.

Para este año, indicó, pediría un presupuesto que ronda los 15 millones de dólares.

Para resolver la falta de personal especializado, el director de la institución anunciaba que en lo inmediato establecería un acuerdo con la Policía Nacional, a fin de tomar de esa entidad jóvenes oficiales y formarlos como pilotos.

"El servicio tiene un plan de desarrollo estratégico, que ha estado en operación durante los últimos años. Pues bien, nosotros lo continuaremos, con miras a modernizarnos y lograr que la institución pueda garantizar a cabalidad la seguridad del espacio aéreo nacional", acotó.