Los líderes de la oposición insistieron en que las indicaciones del Ejecutivo a la LGE no contarán con sus votos en el Parlamento.
Bárbara Covarrubias, El Mercurio OnlineSANTIAGO.- Haciendo hincapié en que el acuerdo firmado en noviembre pasado fue iniciativa de la Alianza, los presidentes de la UDI, Hernán Larraín, y de Renovación Nacional (RN), Carlos Larraín, aseguraron que el gobierno no está cumpliendo su palabra al realizar las indicaciones que introdujo a la Ley General de Educación.
"La presión interna fue de tal envergadura que al final el Gobierno cedió, los ministros cedieron, y a propósito de la carta que la Presidenta nos ha hecho llegar, es la Presidenta la que está cediendo a las presiones como si estuviera atrapada sin salida por la izquierda para incumplir el acuerdo", acusó el timonel gremialista.
En esa línea, indicó que la respuesta de Michelle Bachelet a la misiva que le enviaron la semana pasada solicitándole que se respete el acuerdo fue "evasiva", porque no se hace cargo del planteamiento en cuestión.
Con tono enfático, el senador aseguró que si hay indicaciones que contradigan el acuerdo "en su espíritu y en su tenor, que es muy claro, no vamos a votar en general la idea de legislar" y agregó que sería muy triste que la Mandataria "por estar atrapada por la izquierda no pueda cumplirle al país lo que ha pactado mano en alto en La Moneda".
El detalle del proyecto
Por su parte, el presidente de Renovación Nacional indicó que lo que hace más grave la intención del ejecutivo de introducir observaciones al proyecto es que el acuerdo de educación no sólo incluía las ideas de matrices de la LGE, sino que la redacción en detalle del proyecto.
"Se llegó al punto de redactar palabra por palabra el tenor de la ley y cada línea fue debidamente analizada con un microscopio, debido a lo importante que era el tema", advirtió Carlos Larraín.
Por ello, indicó que les parece "claramente malo" que el gobierno a la hora de hacer perfecciones al acuerdo diga que "no era propiamente tal, que hay que atender al espíritu como si el tenor literal de lo acordado no fuera suficientemente claro".
La postura de ambos líderes aliancistas fue refrendada por el senador y vicepresidente de RN Baldo Prokurica, quien sostuvo que cuando existe un compromiso, "hay que honrarlo y cumplirlo" y precisó que ello debe concretarse incluso cuando haya presiones internas.
Prokurica añadió que los cambios a la LGE se deben en parte al "ambiente que vive la Concertación en donde no han podido llegar a acuerdo para las elecciones municipales, no podido llegar a acuerdo en ningún tema".
Debido a esta situación, agregó, el oficialismo se transformado en un interlocutor "poco confiable", que genera una distorsión para llegar a acuerdo en todos los temas que benefician a Chile.
Frente a las indicaciones que el Gobierno desea introducirle al proyecto de la LGE, el timonel de la UDI indicó que ahora temen por los posibles cambios que el oficialismo desee plantear respecto a la leyes que crean la Superintendencia de Educación y la Agencia de Calidad de Educación, lo que a su juicio, constituiría el fracaso del pacto.
Ambos proyectos también eran parte del acuerdo y, según explicó el senador, también fueron redactados en detalles acorde a lo consignado en el compromiso firmado entre el Gobierno, la Alianza y los partidos de la Concertación.
En ese sentido, destacó que la oposición también es partidaria de mejorar la educación pública, desmintiendo los dichos de varios personeros oficialistas para quienes la Alianza da preferencia a la enseñanza privada.
"Nosotros queremos mejorar la calidad de la educación pública a través de acuerdo y el Gobierno quiere saltárselo y eso es lo grave, con eso le está dando vigencia a la LOCE", precisó el parlamentario.