El informe recoge varias de las explicaciones entregadas por la alcaldesa Carolina Plaza.
Héctor Flores, El MercurioSANTIAGO.- El Informe Final de Contraloría sobre la fiscalización efectuada en la Municipalidad de Huechuraba estableció que investigará responsabilidades administrativas de funcionarios de ese municipio que encabeza la alcaldesa Carolina Plaza, quienes tuvieron participación "en hechos irregulares".
La existencia de hechos irregulares fue detectada en el informe, que advierte en sus conclusiones que iniciará en su oportunidad los sumarios administrativos que corresponden y que, en términos generales, es claramente adverso a la postura defendida por la alcaldesa Plaza.
El documento -que establece irregularidades en los contratos suscritos entre el municipio y la empresa Gestión Municipal Avanzada (GMA)- fue entregado hace escasos minutos a la alcaldesa de Huechuraba y posteriormente a los concejales de ese municipio.
A esta hora, los concejales de la Concertación por Huechuraba, Camila Benado, Gabriel Rodríguez y Sergio Escobar entregaban antecedentes sobre "irregularidades cometidas por la alcaldesa de esa comuna, Carolina Plaza, según consta en informe de la Contraloría General de la República entregado hoy".
La Contraloría establece que los antecedentes pueden ser enviados al Tribunal de Cuentas para la determinación de las responsabilidades civiles que puedan haberse originado por el daño causado al patrimonio municipal en relación con los hechos investigados.
Ola de acusaciones
El ente fiscalizador hizo público hoy el esperado informe que durante los últimos meses desató una ola de acusaciones cruzadas entre la alcaldesa Plaza y el yerno de Joaquín Lavín, Isaac Givovich.
La polémica llegó a tal punto que la alcaldesa Plaza renunció a la UDI, el partido al que históricamente había pertenecido, por sentirse poco respaldada.
La Contraloría remitió copia de su informe y sus antecedentes al Ministerio Público y al Consejo de Defensa del Estado.
El "Informe final sobre fiscalización efectuada a la Municipalidad de Huechuraba" es un documento de 16 páginas que detalla en cinco ítemes cada uno de los aspectos fiscalizados por la Contraloría.
Estos son: Contratos suscritos con GMA, las observaciones de los contratos, examen de cuentas efectuados a los pagos cursados, examen a la ejecución de los contratos y contratación a honorarios de Isaac Givovich.
Irregularidades en el municipio
Una de las observaciones se establece en el segundo ítem, relativo a las observaciones de los contratos suscritos con GMA. Allí la Contraloría advierte que el informe preparado por una Comisión Evaluadora que debía pronunciarse sobre la licitación de un contrato al que sólo acudió GMA presenta "una fecha de emisión adulterada".
Por ello, la entidad fiscalizadora asegura que existe "una debilidad del sistema de control interno del municipio".
En el ítem referido al examen de cuentas efectuado a los pagos cursados por la contratación de servicios informáticos -y teniendo en cuenta los argumentos y antecedentes que conforman la respuesta de la alcaldesa-, la Contraloría determinó que "ninguno de los funcionarios que actuaron formalmente como supervisores son profesionales del área y tampoco acreditaron alguna experticia en la materia".
Más adelante, en este mismo ítem, el ente regulador afirma que "no resulta aceptable" responsabilizar a Isaac Givovich por un "error" en la confección de un acta de recepción de los servicios prestados, puesto que dicho error no permite salvar la responsabilidad del municipio sobre la materia.
No obstante, en el ítem dedicado exclusivamente a la contratación de Givovich se concluye que este "prestó servicios distintos a los contratados y sin que se acreditara la experticia que lo habilita para desarrollar las actividades encomendadas".
En las observaciones sobre los dos contratos investigados, la Contraloría sostiene que, pese a que ambos presentan básicamente el mismo objetivo, el segundo costó más del doble respecto del primero. Se trata de diferencias que, según el informe "no pueden ser soslayadas".
La entidad reparó en que "el segundo contrato era sólo una prolongación del primero por un precio superior al original y en condiciones más desventajosas para la corporación edilicia".
Establece que son desventajosas porque en el segundo contrato tanto los equipos como las licencias corrían por cargo de la municipalidad, mientras que en el primero estos eran responsabilidad de GMA.
Además de dichas irregularidades, la Contraloría de cuenta también de "falta de documentación" y "debilidad" en las respuestas entregadas por la Municipalidad de Huechuraba, así como "incumplimiento objetivo" de un plazo fijado en uno de los contratos.