SANTIAGO.- "Honrado" dijo sentirse el presidente de la Corte de Apelaciones de Santiago, Haroldo Brito, con la decisión de la Presidenta Michelle Bachelet de proponer su nombre al Senado como nuevo ministro de la Corte Suprema, tal como anunció esta mañana el ministro de Justicia, Carlos Maldonado.
"(Me siento) honrado y con mucha expectación por esta nueva función, lo que sí hay que tener claro es yo estoy a disposición del Senado, para los efectos de concretar el proceso de nombramiento", afirmó el magistrado recordando que la decisión final la tendrá la Cámara Alta.
"Yo estoy confiado en esto, pero es un proceso que no ha concluido", insistió, agregando que aún desconoce cuándo le corresponderá exponer ante la comisión de Constitución, Legislación y Justicia del Senado.
Si el ministro Brito es ratificado por el Senado asumirá en el cupo dejado por el magistrado Alberto Chaigneau del Campo.
El nombre propuesto por la Presidenta Bachelet fue el menos votado en la quina elaborada por la Corte Suprema y entró a la lista por sorteo pues había empatado en votos con el ministro Alejandro Solís.
El actual presidente del tribunal de alzada destacó que en este proceso de nominación intervienen los tres órganos del estado, ya que tiene la lógica de "otorgar en la Corte Suprema la mayor legitimidad, que es lo que ha ocurrido desde la reforma a la Constitución".
Los más votados fueron Alfredo Pfeiffer (que desde el 2001 figura en quinas), de la Corte de Apelaciones de Santiago, y Guillermo Silva de la Corte de Concepción.
La nominación de Brito es parte de un acuerdo político entre el Gobierno y la oposición, que pretende que se levante a Pfeiffer la suerte de "veto" concertacionista por parte de sectores del PS-PPD, por ser partidario de la amnistía en materia de derechos humanos.