SANTIAGO.- "Esto ha desprestigiado el movimiento de ellos. Han demostrado que no son capaces de dialogar. Me gustaría conversar de a uno (con ellos) porque en grupo se aleonan".
Así, más calmada, la ministra de Educación, Mónica Jiménez, reaccionó esta mañana tras ser literalmente empapada con agua fría por parte de una estudiante que protestaba contra las detenciones en las recientes manifestaciones contra la Ley General de Educación (LGE).
Jiménez participaba esta mañana en la Jornada de Clausura de Diálogos Participativos por la Educación Pública que convoca a estudiantes secundarios, universitarios y profesores frente a temas como la LGE.
Cuando se disponía a pronunciar su discurso fue increpada por una estudiante del Liceo Darío Salas, quien tomó un jarrón con agua y se lo vació encima, ante el estupor de los asistentes.
La ministra Jiménez se retiró de inmediato y una hora después conversó con los medios para referirse a lo sucedido, pero esta vez un recinto más seguro al que los estudiantes no tuvieran acceso.
"Me gustaría conversar con esos muchachos, los noté muy violentos y con cualquier otro tema podrían reaccionar igual, no es una forma de enfrentar la vida", reflexionó la ministra.
La titular de Educación vestía la misma ropa que cuando la mojaron, aunque estaba sin chaqueta y seca. Habló en compañía del subsecretario de Educación, Cristián Martínez.
"Me ducharon, pero podría haber sido con agua más tibia", bromeó después y, consultada por cómo se sienten los jóvenes cuando enfrentan el carro lanzaaguas de carabineros, respondió que "si ellos querían que lo sintiera, lo sentí. Gracias por el jarro de agua, que es menos fuerte que el guanaco".
Más que molesta por lo sucedido, la ministra pareció estár más bien preocupada por la violencia con que actuaron los estudiantes.