SANTIAGO.- El ministro de Relaciones Exteriores, Alejandro Foxley, viajará mañana martes a Ginebra, Suiza, con la determinación de destrabar la ronda de Doha de la Organización Mundial de Comercio (OMC).
El canciller destacó este lunes el esfuerzo final que se realiza a través del llamado a 30 países para construir un acuerdo global en materia de comercio, pese a que ya han transcurrido siete años sin avances significativos.
"Recibí un llamado de Pascal Lamy, director general de la OMC, en el que nos pide que hagamos un esfuerzo final, a ver si logramos desentrampar lo que ha sido un período extraordinariamente difícil de negociaciones sin resultados concretos", señaló Foxley.
La Ronda de Doha comenzó en 2001 con el fin de profundizar la liberalización de los intercambios mundiales, pero las iniciativas tendientes a terminar con los subsidios agrícolas de los países desarrollados, ha contribuido a su posterior estancamiento.
Dentro de la Ronda de Doha los países emergentes, liderados por Brasil e India, reclaman a la Unión Europea y a otros países ricos concesiones para abrir su mercado agrícola.
Los europeos, por su parte, piden en general concesiones en los sectores industriales y servicios, además de exigir a Estados Unidos que reduzca los subsidios a sus agricultores.
De acuerdo con el jefe de la diplomacia chilena, en esta etapa final está en juego todo el proteccionismo agrícola de las economías desarrolladas lideradas por Estados Unidos, la Unión Europea y Japón.
"Por lo tanto, se va a reunir este llamado 'green room' de 30 ministros para intentar avanzar simultáneamente en todos estos frentes, donde debe haber un consenso global en todos los temas o no", explicó el canciller.
Añadió que en caso de lograrse algún tipo de acuerdo, se dará una señal muy negativa a los mercados internacionales, en circunstancias en las que se vive una seria turbulencia financiera internacional.