SANTIAGO.- Fue tal la paranoia mundial, que como pocas veces –sin contar a Elvis y Marilyn Monroe– la pequeña Madeleine McCann fue "vista" en distintos lugares del planeta luego de su desaparición, sobre todo donde las rubias no son tan comunes.
El caso más famoso fue el de la niña marroquí, de 3 años, Bouchra Ben Aisa, fotografiada fuera de foco por una turista española el 31 de agosto pasado mientras era cargada por unas personas de cabello negro en una carretera del norte de Marruecos.
Sin embargo, un reportero gráfico de la agencia France Presse se encargó de desilusionar a quienes se habían generado expectativas al ubicar y fotografiar de cerca a la menor, que residía junto a su familia en la pequeña aldea de Zinat.
Los padres de la niña fueron totalmente sorprendidos por el "hallazgo" pues en el lugar donde viven, sin agua potable ni electricidad, nunca habían oído hablar del enigmático caso de la niña inglesa que acaparó las portadas de los diarios.
Con acta de nacimiento en mano y otros documentos que probaban su identidad y filiación, los progenitores de la menor de tres hermanas –también de cabello rubio– se encargaron de despejar todas las dudas acerca de que Bouchra no era Maddie.
La "Maddie chilena"
Y era que no. En Chile también fue divisada una Madeleine, claro que en un cultural y poco sospechoso escenario: mientras visitaba el museo Gabriela Mistral de Vicuña, en el Valle del Elqui.
Una testigo, que dijo ver a una niña rubia en compañía de una pareja, estampó una denuncia el 20 de enero de este año, por lo que un grupo de la Brigada de Ubicación de Personas (Briup) de Investigaciones junto a Interpol iniciaron la búsqueda.
Sin embargo, nuevamente se trató se una falsa alarma y la menor resultó ser Haylee Dreyer, de 6 años –nieta de un chileno radicado en Estados Unidos–, a quien el jefe policial Leonardo Olmos describió como "un poco más alta y más gordita que Madeleine".
Una historia similar ocurrió en Rosario, Argentina, donde una estudiante vio a una menor parecida a Maddie "hablando inglés" con un hombre en el centro de la ciudad, por lo que luego de revisar su foto en Internet presentó una denuncia a la policía.
Esto provocó un vasto operativo, que incluyó un rastrillaje en el centro y el cierre de los accesos a Rosario. Todo el despliegue sólo sirvió para dar con Augusta, de 6 años, de nacionalidad danesa quien se hospedaba con sus padres en un hotel.
En Murcia, España, dos mujeres también creyeron ver a Madeleine, esta vez en una gasolinera de una carretera, junto a un hombre. Éste, de acuerdo al relato, al sentirse observado habría "ocultado la cabeza" de la menor. Alertada, la Guardia Civil comenzó a patrullar la zona en busca de Maddie, pero hasta ahora, nada.