SANTIAGO.- Dos menores de 4 y 2 años fueron hallados muertos tendidos en una cama junto a su madre, identificada como María Barahona Riveros, de 23 años, quien presentaba cortes en sus brazos.
La mujer vivía en una casa fiscal cedida por Carabineros, ya que su esposo era funcionario de dicha institución en la Subcomisaría de Paillaco, Región de Los Ríos. La pareja se encontraba separada de hecho y la noche del viernes María Barahona había sido detenida por agredir a su esposo, Mauricio Vidal, siendo interrogada en la unidad policial y luego puesta en libertad, paradójicamente, para cuidar a sus hijos.
Ese mismo día también había sido atendida en el hospital paillaquino, aparentemente por un intento de suicidio, dado que atraviesa por un cuadro de depresión.
Ayer por la tarde la mujer llamó a la subcomisaría, siendo atendida por un funcionario de guardia a quién le pidió hablar con Vidal, manifestando que “le había pasado algo a ella y a sus hijos”.
Carabineros llegó hasta la vivienda, ubicada en la Villa Corvi, en donde su propio padre halló sin vida a los pequeños Rodrigo y Daniela.
En el lugar se constituyó el fiscal de Río Bueno, Sergio Fuentes, quien ordenó la concurrencia de la Brigada de Homicidios.
Los cuerpos no presentaban heridas ni lesiones atribuibles a terceros, por lo cual se estima que fueron intoxicados con alguna sustancia por su madre, según informó la Fiscalía Regional. La causa exacta aún está siendo investigada, sin que se descarte la ingesta de fármacos.
La mujer fue derivada en estado grave hasta el Hospital Regional de Valdivia, en donde se encuentra fuera de peligro. Afectado emocionalmente, el padre de las víctimas quedó hospitalizado en Paillaco, con custodia policial.