VALPARAISO.- Luego que una menor muriera mordida por su perro, el diputado Patricio Vallespín (DC) pidió al Senado "abocarse definitivamente y con rapidez" al proyecto de ley que regula la tenencia de canes peligrosos.
A juicio del parlamentario, "los últimos casos nos demuestran que esta iniciativa debe aprobarse para llenar lo vacíos existentes y que, incluso, se requiere estudiar la posibilidad de ampliar las razas incluidas, con un adecuado criterio, obviamente".
Vallespín se refirió al proyecto ya despachado por la Cámara de Diputados, explicando que "la iniciativa regula una serie de situaciones que hoy no están normadas y que preocupan a la comunidad, como el tema del registro, cuidado, responsabilidad civil, adiestramiento y mantención de animales en lugares públicos".
Consultado por los casos de tenencia de perros peligrosos en edificios y condominios, el diputado por Puerto Montt sostuvo que el proyecto aprobado en la Cámara "es bastante claro al respecto, pero hoy, al no estar la ley, sólo queda el acuerdo de los propietarios que limita la existencia de estas razas en estos lugares, de allí la importancia de contar con una normativa para todos los casos".
Contenidos de la iniciativa
El proyecto regula la tenencia y las responsabilidades civiles en los casos de ejemplares, sin importar su edad, que pertenezcan a las razas, sean (puros por pedigree, puros por cruza o mestizos) rottweiler, pit bull, dobermann, mastín napolitano, tosa japonés, dogo argentino, dogo de burdeos, bullmastiff, staffordshire, de presa canario, fila brasileiro y akita.
En lo medular, junto con establecer multas dependiendo de la falta, se señala que "estos animales deberán ser inscritos por sus dueños en un registro público y recibirán un carné que los autoriza para su crianza, tenencia y para su desplazamiento en la vía pública".
Asimismo, al momento de su inscripción, sus dueños deberán suscribir un seguro de responsabilidad civil por los daños que el perro pueda ocasionar a terceros. Una copia de la póliza deberá ser archivada en la entidad administradora del registro.
Por otra parte, se especifica que "los dueños y tenedores de estos perros deberán acreditar, al momento de inscribirlos en el registro público, mediante un certificado expedido por un médico o psicólogo, que no padecen de alteraciones conductuales que puedan manifestarse en un comportamiento agresivo, violento o descontrolado que sea susceptible de influir negativamente en la conducta del perro".
Finalmente, el proyecto incluye que "los dueños de estos animales tendrán la obligación de someter a estos animales a clases de adiestramiento de obediencia, que serán impartidas por instructores calificados para desempeñar tal función".