Gálvez cree que hubo falta de preocupación por los pacientes.
El MercurioSANTIAGO.- Como una negligencia "administrativa" calificó el presidente del Colegio Médico de Iquique y ex presidente de los doctores del Hospital de esa región, Roberto Gálvez, la falta que habría cometido el centro asistencial, al dejar sin notificación a 25 pacientes que padecían VIH.
"Uno puede catalogarlo como una negligencia administrativa (...). Cuando los pacientes vienen voluntariamente a tomarse el examen de Sida, el hospital, de alguna manera u otra, debe ubicarlos para informarle los resultados", dijo el doctor.
Aunque el presidente aseguró que ayer la dirección del centro asistencial no quiso atenderlo, aclaró que lo único que sabe es que de los 25 pacientes involucrados, sólo nueve tendrían problemas de notificación.
"Independiente de eso, yo creo que es una situación muy grave y radica en una falta de preocupación por el paciente, que eso también es una negligencia", recalcó Gálvez.
El doctor enfatizó que si el hospital no pudo ubicar a alguno de los pacientes, aunque no esté estipulado en la ley, debió haber intentado con otra forma de localizarlos porque se corría el riesgo de contagiar a más personas.
Para el presidente, la Ley del Sida es otra barrera a la hora de controlar el contagio de la enfermedad y recalcó que como médicos tienen las manos atadas para pedir los exámenes correspondientes.
"Por ejemplo, si yo soy anastesista y un paciente se va a operar, no le puedo pedir que se haga el examen del VIH, ya que me puede demandar, si es que previamente no le hice la consejería (...). Aquí se está confundiendo la libertad personal con el riesgo poblacional", dijo Gálvez.
El doctor aseguró que no sólo el hospital y las autoridades tienen responsabilidad en este escándalo, también los pacientes, ya que "aunque el examen es voluntario, ellos tienen la obligación moral y ética de acercarse a preguntar si es que tienen dudas con los resultados".
A pesar de ello, Gálvez insistió en que la mayor responsabilidad recae en la dirección del servicio de salud de la región, específicamente en Maritza López, ya que "nunca le puso el cascabel al gato".
El doctor reiteró que desde el 2004 existían antecedentes de estos casos y que si se pasaron por alto hasta la fecha, es porque claramente hay un problema de gestión.
Ante los repetidos problemas de ese tipo y la falta de infraestructura del hospital –sólo cuenta con cuatro camas UTI (requiere 20), faltan pabellones, anastecistas y cirujanos de urgencia; tampoco cuenta con traumatólogos, ni radiólogos de urgencia- el doctor nuevamente pidió la intervención del centro asistencial, ya que es la única manera de ordenarlo.
"El servicio de salud tiene una falta de orden desde hace diez años. Debe ser intervenido por autoridades competentes, específicamente en el área de gestión", sostuvo el presidente.