EMOLTV

El escándalo que terminó con la renuncia de la ministra de Salud

El Hospital de Iquique, donde no se informó a 25 pacientes con VIH que eran portadores de la enfermedad, finalmente le costó el cargo a la secretaria de Estado.

28 de Octubre de 2008 | 16:16 | El Mercurio Online

SANTIAGO.- El escándalo generado por los 25 pacientes con VIH, confirmado por el ISP desde 2006, y que hasta mediados de este mes no habían sido notificados de la enfermedad, fue lo que finalmente terminó costándole el cargo a la renunciada ministra de Salud, María Soledad Barría.


Todo comenzó cuando a mediados del mes en curso se hizo público un memorando reservado, dirigido al director del Hospital de Iquique, fechado el 12 de agosto y firmado por la encargada de apoyo clínico del recinto, Graciela Gaete, en el que se aseguraba que 25 pacientes con VIH, que incluso habían sido confirmados por el ISP desde 2006, no habían sido notificados de la enfermedad.


El hecho quedó al descubierto tras la muerte de Dearmny Aguilar Campusano, de 34 años, el pasado 10 de julio, tres semanas después de ingresar al hospital por una neumonía.


Durante su hospitalización, se detectó que había sido confirmada como portadora de VIH en mayo de 2004, sin que se le comunicara este hecho pese a concurrir en numerosas ocasiones al hospital por diversas patologías. Recién fue notificada el 1 de julio, diez días antes de fallecer. Su esposo, Juan Sarabia, murió tres meses después del mismo mal.


Tras la alerta, se inició un rastreo de los casos pendientes. El hospital aseguró que del total de casos detectados, cuatro pacientes murieron -entre ellos Aguilar-, ocho están siendo controlados, a dos se les realizaron contramuestras que descartaron el virus, nueve aún están inubicables y dos son extranjeros que salieron del país. A ellos se suma la muerte de Sarabia, no contabilizada en las cifras oficiales.


Una vez que salieron a las luz pública estos hechos, legisladores de la UDI, RN, el PRI y el PS se mostraron partidarios de pedir la renuncia de la ministra de Salud, María Soledad Barría e incluso se habló de acusación constitucional, la que pese a la renuncia de la ministra, aún no se sabe si presentará.


Uno de los más indignados fue el diputado PS por Iquique Fulvio Rossi, quien pese a haber defendido en múltiples ocasiones a Barría, afirmó que "lo único que queda es la renuncia no sólo de la directora del Servicio de Salud de Iquique, sino de la ministra de Salud".


Más tarde se supo que el 10 de noviembre de 2000 la entonces jefa de la unidad de Enfermedades de Transmisión Sexual (ETS) del Hospital Regional de Iquique, Vieroscka Tomulic Bacic, envió el memorando a todos los jefes de unidades del recinto y del Servicio de Salud, advirtiendo de los problemas en la notificación de los infectados por VIH, y propuso un método de trabajo que nunca se aplicó.


En tanto, el viernes 17 de octubre, Edmundo Pérez Yoma, al ser consultado sobre su parecer por la situación vivida en Iquique, aseguró en esta ciudad que el hecho "es un escándalo nacional" y criticó el robo de las fichas de estos pacientes, que servirían de base para el análisis jurídico y establecer la posible existencia de cuasidelito de homicidio.


Mientras el escándalo crecía, y las voces que pedían su renuncia se alzaban cada vez con más fuerza, la ministra María Soledad Barría estaba Kazajistán (Asia), donde representó a Chile y las Américas en un foro mundial sobre el fortalecimiento de la atención primaria.


A su regreso de Kazajistán, el sábado 18 de octubre, acusó motivaciones políticas en torno al episodio del norte. "Estoy tranquila", aseguró ante una posible acusación constitucional y enfatizó en que "se ha hecho una alarma pública injustificada sobre el sida".


Ese mismo día anunció que tres funcionarios habían sido separados de sus cargos y comunicó la intervención del centro asistencial, misión que estaría encabezada por la subsecretaria de Salud Pública, Jeanette Vega.


Tres días más tarde, el jefe del Servicio de Urgencia del recinto, doctor Jorge Soto Silva (64), quien renunció a su cargo, aseguró que la presencia de operadores políticos en puestos clave -sumada a centros de poder y falta de autoridad- es el principal factor que habría causado la crisis al Hospital Regional de Iquique.


El 23 de octubre, el Ministerio de Salud decidió pedir la renuncia de la directora del servicio de Salud de Iquique, Maritza López, tras la intervención iniciada días atrás por la subsecretaria de Salud Pública, Jeanette Vega, en el hospital de esa ciudad.


El viernes pasado la ministra de Salud, María Soledad Barría, afirmó que mientras tuviera la confianza de la Presidenta Michelle Bachelet seguiría adelante en su gestión, pese a los pedidos de renuncia. "Mientras la Presidenta confíe en esta ministra, yo voy a seguir adelante", aseveró, y comentó sobre las peticiones de renuncia que "en el pedir no hay engaño. Acá hay responsabilidades y yo asumo las mías".


Esa misma jornada, Joel Arriagada, el nuevo director del Servicio de Salud de Iquique y hasta ahora director del Servicio de Salud de Valdivia, aseguró terminará con las "desafinaciones" en el organismo que se le asignó, el que a su juicio tiene los mismos resultados a nivel país que otros.


Un día después la Presidenta Michelle Bachelet salió al paso de las críticas y justificó el accionar que tuvo la Secretaría de Estado ante los hechos, pues "apenas se enteró de esto, mandó una misión de expertos", destacando además que "se va a seguir trabajando para que este tipo de situaciones no se vuelvan a repetir".

EL COMENTARISTA OPINA
¿Cómo puedo ser parte del Comentarista Opina?