SANTIAGO.- Tras la recuperación del expediente original del asesinato del menor Rodrigo Anfruns, ocurrido en 1979 y que estuvo perdido 12 años, el abogado querellante Roberto Celedón, tiene la confianza de que se podrá esclarecer el crimen, aunque no se llegue hasta los autores materiales.
A pesar de que este hallazgo ayuda a la resolución de la muerte del niño, aún hay una parte del informe que está perdida y que contiene una grabación “sumamente importante”.
“Ésta transcribe la grabación que hicieron el 6 de junio de 1979 a una persona que llamó diciendo que estaba el zapato del niño afuera de la casa de los abuelos. Esa grabación que se estimó, era de una mujer (...), la cual se le atribuyó a P.P.V. y que fue el elemento por el que lo inculparon”, comentó el abogado a radio Cooperativa.
Celedón contó que en el expediente se encontró el diálogo del mensaje que se grabó y que fue dirigido a la casa de los padres del menor, “en éste se emplea la voz ‘lo raptamos’, no dice ‘lo rapté’, habla en plural y eso es muy importante”.
Respecto al responsabilidad de P.P.V. en los hechos, el abogado recalcó que en lo personal, no tiene la menor duda de que es “completamente” inocente, ya que habría sido víctima de un trabajo de hipnosis, por parte de un profesional de la Universidad de Chile, quien luego fue expulsado por manipular de manera no profesional el subconsciente de las personas.
Para Celedón, los autores del crimen serían los miembros de una organización de seguridad de la época del gobierno militar, particularmente, de la Central Nacional de Informaciones (CNI).
“Tenemos informaciones obtenidas por testimonios. Aunque no se ha podido llegar a las personas concretas, se han recogido testimonios en esa misma dirección”, dijo Celedón.
Frente a las hipótesis que se manejan respecto a los motivos que habrían originado la muerte del menor, Celedón comentó que hay dos.
“Una dirigida al tema de las armas, ya que la Dina y la CNI se financiaban con (...) el contrabando de armas y podía haber habido un pariente político (involucrado); y la otra, es la persecución del abuelo del menor, que como era el subdirector de Correos, tenía problemas con los organismos de seguridad, por las cartas que venían desde el extranjero”, explicó el abogado.