SANTIAGO.- Luego que se aprobara el reajuste salarial de 10% para el sector público, la Presidenta Michelle Bachelet emitió una declaración pública donde lamentó que no se respaldara la propuesta inicial del Gobierno, que establecía un aumento escalonado, según los niveles de sueldo de los empleados fiscales.
En esa línea, la Mandataria rechazó que finalmente prosperara la iniciativa que permite que los altos funcionarios del Estado vean incrementadas sus remuneraciones en este mismo porcentaje.
"Cuando hay una situación de crisis, soy una convencida de que quienes estamos en una situación relativamente más privilegiada que otros somos los que tenemos que apretarnos el cinturón de una manera más fuerte y, en ese sentido, lamento que esta propuesta (de reajuste escalonado) no haya concitado el acuerdo y el apoyo", afirmó.
"Quiero decirles que no me parece justo que la Presidenta ni los ministros reciban este reajuste, sobre todo porque he hecho una solicitud al Gobierno de austeridad y ésta también tiene que reflejarse a la hora del reajuste", agregó.
Por esta razón, anunció que buscará la vía legal para que tanto ella como los secretarios de Estado queden fuera de este incremento salarial.
"Dado que ha habido planteamientos de que esto pudiera estar dentro de lo inconstitucional, yo voy a buscar personalmente los mecanismos legales para ver si es factible que efectivamente esta Presidenta y sus ministros puedan quedar exentos de este reajuste", aseguró.
En este punto, Bachelet hizo hincapié en que la opinión pública espera de sus altas autoridades "justamente una señal de que cuando las cosas están difíciles (...) también se colocan con el país, pensando en el interés del país más que en un eventual reajuste".
Junto con criticar a los dirigentes y parlamentarios que se opusieron al reajuste por tramos, la Mandataria reconoció que el acuerdo alcanzado fue el resultado de "arduas negociaciones de un paro que alteró la vida normal del país y que puso a prueba la capacidad de diálogo y de flexibilidad de todos los actores involucrados".
Según dijo, ella misma se encargó de conversar con el presidente de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), Arturo Martínez, para pedirle una "actitud flexible" frente al esfuerzo del Gobierno. Y aunque agradeció las gestiones que hizo el dirigente para poner fin a la movilización, criticó que los representantes de los trabajadores convocaran a ésta antes de terminar las negociaciones.
Al ser consultada si en el Gobierno existe autocrítica por la forma en que éstas se llevaron a cabo, la Gobernante sostuvo que es normal que en estos procesos se plantee una cifra inicial y luego ésta vaya subiendo. A su juicio, el 10% acordado con los empleados fiscales "es un punto intermedio" entre lo que ofrecía el Gobierno y lo que pedían los trabajadores. No obstante, admitió que "las cosas no son siempre como uno las desea".