IQUIQUE.- Tras ser detectados por funcionarios de Gendarmería, dos individuos fueron formalizados en Iquique por tráfico de drogas en recintos de reclusión, uno de ellos en el centro detención de menores Arco Iris, lugar donde se sorprendió a un profesor de panadería y repostería ingresando marihuana.
Bladimir Valdivia Valdés, quien antes había cumplido parecida función en la cárcel de la ciudad de acuerdo a un programa prelaboral de Sence, se había ganado la confianza de los internos, pero no así de los efectivos de Gendarmería, quienes sospechaban de la estrecha relación con los menores.
Por la situación anterior, en un día determinado, después que saliera a comprar cigarrillos se le revisó a su regreso. Fue ese instante que se le encontró marihuana en uno de sus bolsillos.
Bladimir Valdivia, antes de ser formalizado por tráfico de estupefacientes, declaró al fiscal Francisco Almazán que había encontrado el papelillo en la calle, pero su versión no fue acogida.
En el segundo caso y también conocido por el fiscal Almazán, se formalizó por igual delito al trabajador de la empresa contratista Siges, Jonathan Araya Bravo, quien fue sorprendido ingresando pasta base de cocaína a la cárcel de Alto Hospicio.
Araya Bravo, quien era el encargado de retirar las ropas de los reclusos para llevarla a la lavandería, fue detectado luego que uno de los perros adiestrados de Gendarmería “lo marco” al pasar por un sitio de control.
El trabajador externo, tras la inspección de rigor, se detectó que portaba en la zona de sus genitales bolsas plásticas con pasta base de cocaína. La droga iba destinada a un recluso del centro carcelario, según se supo en la investigación.
Jonathan Araya Bravo fue formalizado por el tráfico de estupefacientes y detenido en forma preventiva.