SANTIAGO.- Un llamado a mantener el espíritu navideño en tiempos de crisis hizo el Arzobispo de Santiago, monseñor Francisco Javier Errázuriz, en su tradicional mensaje del 24 de diciembre.
En la Misa del Gallo realizada en la Catedral Metropolitana, el cardenal comparó lo vivido por los pastores que llegaron al pesebre en Belén con lo que pudieran sentir los padres que no pudieron entregar los presentes solicitados por sus hijos.
"Seguramente muchos de ustedes estarán afligidos este año. Por la incertidumbre económica no habrán podido regalar a sus hijos y familiares los hermosos regalos de otras celebraciones. Sin embargo, también los pastores, cuando llegaron al pesebre iban con las manos probablemente vacías de cosas materiales, pero le trajeron a Jesús los mejores dones que tenían: su gratitud, su asombro y su cariño", indicó Errázuriz.
En esa línea, el purpurado aseguró que los mejores regalos que se les puede entregar en esta Navidad a sus cercanos son "nuestra admiración por lo que son y por sus valores; nuestra gratitud a Dios por contar con ellos; nuestra confianza en los caminos del Señor, y el amor alegre y generoso del corazón con disponibilidad para servir, sin esperar recompensa alguna".
Por lo mismo, monseñor Errázuriz manifiesta que el verdadero sentimiento de esta fecha es el nacimiento de Jesús que "nos evoca el cielo".
"La Navidad nos sobrecoge, nos reúne en familia y nos ayuda a vivir momentos de cielo (...) de plenitud del amor, felicidad y paz, junto a quien es el origen de todo bien, la causa de nuestra alegría: nuestro Padre y Señor", sostuvo.
Incertidumbre y desesperanza
En su mensaje navideño, el cardenal planteó el oscurantismo con que se vive el día a día, lo que lleva a la ciudadanía a tener "sentimientos grises".
"¡Cuántas veces no vivimos con alegría, con esperanza y confianza, y damos un amplio espacio en nuestra alma a la incertidumbre, a la indiferencia, al temor, al rencor y a la desesperanza! ¿Cuántas veces dudamos de nosotros mismos ante las dificultades, por ejemplo en nuestros días, ante la inseguridad de la economía y de la paz familiar y ciudadana? ¿Cuántas veces dudamos de los demás: de sus proyectos, sus propósitos, su sinceridad y su honestidad?", cuestionó Errázuriz.
Al respecto, el prelado deslizó un llamado al mundo político para enfrentar de la manera más transparente posible el período electoral en 2009, ya que puede "enlodar nuestra convivencia".
"Si las campañas presidenciales y parlamentarias que se asoman no fueran impulsadas con mucha responsabilidad y respeto, (éstas) contribuirán a aumentar las desconfianzas –en los candidatos, en sus equipos y en Chile mismo-, y a enlodar nuestra convivencia, en lugar de abrir horizontes e invitar a aunar fuerzas para construir nuestra patria como una copia feliz del paraíso, del Edén", advirtió.