SANTIAGO.- Un grupo de diez parlamentarios de la Unión Demócrata Independiente (UDI) presentaron un prpyecto de ley que sanciona con cárcel a las mujeres que lleven adelante embarazos por encargo.
La moción establece presidio mayor en su grado medio (10 años y un día a 15 años) para quien mediante fertilización asistida geste un hijo por encargo de terceros.
El texto legal fue presentado por los diputados José Antonio Kast, Claudio Alvarado, Enrique Estay, Marcelo Forni, Javier Hernández, Patricio Melero, Ignacio Urrutia, Gastón Von Mühlenbrock, Felipe Ward y Claudia Nogueira, y enviado para su estudio a la Comisión de Constitución.
La iniciativa incorpora un nuevo tipo penal denominado "De la Sustitución de la Maternidad" en el Código Penal. En el caso del embarazo por encargo, además de la pena de presidio, la persona deberá someterse a terapias sicológicas sobre maternidad responsable.
Asimismo, se propone sancionar con presidio mayor en su grado mínimo (5 años y 1 día a 10 años) a quien en calidad de tercero comitente, proporcione todo o parte del material genético a la madre sustituta y facilite su conducta.
También se dispone que aquel que con conocimiento de causa facilite los medios, o siendo facultativo realice la práctica quirúrgica necesaria para producir la gestación, será sancionado con presidio mayor en su grado máximo. (15 años y 1 día a 20 años).
Los autores de la moción señalan que en nuestro país, desde hace un tiempo a la fecha se han detectado una serie de casos en que matrimonios, fundamentalmente europeos, contactan a mujeres chilenas de determinadas características con el objeto de realizar un procedimiento de fertilización artificial, utilizando su vientre.
"La discusión relativa a la legalidad de disponer el cuerpo para gestar vida de terceros se ha instalado en los parlamentos de la mayoría de los países, algunos para aceptar dicha práctica y otros, derechamente, para penalizarla y sancionarla", indican los legisladores.
En Chile no existe regulación relativa a este tema, "por lo que resulta indispensable tratarlo. No hacerlo, significaría seguir dejando a un terreno de nadie una práctica que a todas luces reviste, según los parlamentarios que suscriben la presente moción, un atentado no sólo contra el bien jurídico más preciado de las personas, la vida, sino que se permitiría seguir poniendo en riesgo y manipulación la naturaleza humana desde la concepción hasta la muerte".