ISLAMABAD.- Al menos 30 personas murieron hoy en diversos hechos de violencia en la región tribal fronteriza de Pakistán con Afganistán.
Las tropas paquistaníes informaron que mataron a al menos 24 insurgentes en una ofensiva en esa región. Aviones de combate paquistaníes bombardearon posiciones de rebeldes en el poblado de Kandharo, en la convulsa región tribal de Mohmand, antes de que tropas de tierra avanzaran en la zona, según indicaron las fuerzas de seguridad.
Algunos rebeldes también resultaron heridos, sin que se diera a conocer la cifra exacta.
El comandante en jefe estadounidense en Afganistán y en Irak, el general David Petraeus, aseguró a Pakistán durante su visita hoy a Islamabad el apoyo en la lucha contra los insurgentes.
Petraeus se reunió on el presidente paquistaní, Asif Ali Zardari, el Primer Ministro Yousaf Raza Gilani y el comandante en jefe del Ejército, general Ashfaq Parvez Kayani.
El militar estadounidense dijo que tuvo "muy buenas" reuniones y que ambas partes se refirieron a las acciones tomadas por Pakistán luego de los ataques del 26 de noviembre en Mumbai, así como a las iniciativas antiterroristas del país.
El general señaló que Washington aumentará su apoyo a Pakistán para luchar contra los rebeldes en las regiones del noroeste, y agregó que una mayor centralización permitirá una mejor coordinación entre los mandos militares a ambos lados de la frontera afgana.
Mientras tanto, milicianos talibán ejecutaron a seis supuestos espías estadounidenses en el distrito tribal de Waziristán del Norte.
"Cuatro cuerpos fueron hallados en la región Mir Ali, mientras que otros dos cuerpos fueron abandonados en Miranshah", señaló un funcionario de inteligencia en condición de anonimato, quien agregó además que junto a los cuerpos se encontraron notas que daban cuenta de que eran espías de Estados Unidos.
El Parlamento paquistaní condenó entretanto en una resolución la destrucción de colegios por parte de insurgentes en el valle de Swat, en el norte de Pakistán. Durante el fin de semana se volvió a bombardear cinco escuelas. Los extremistas ordenaron el cierre de todas las escuelas para niñas en la zona.
