TEMUCO.- Hasta un 30% de baja muestran los cultivos de cereales —trigo, avena y cebada— en la zona centro sur del país a causa del déficit de lluvias en la pasada primavera —de 61,3% promedio entre Chillán y Puerto Montt—, altas temperaturas y la merma en un 76% de lluvias en lo que va de 2009, entre Curicó y Puerto Montt.
Fernando Serrano, presidente del Consorcio Agrícola del Sur (CAS), dijo que el problema afecta a 80 mil agricultores y 280 mil hectáreas de este tipo de plantíos. En 2008 se obtuvieron rendimientos promedios de 44 quintales por hectárea, que este año bajaron a 38 quintales por hectárea. “Entendemos que esta actividad es con clima incluido, pero la cosa no está buena”, expresó.
A raíz de ello, la cosecha de cereales se adelantó en un mes. “Se hacía en marzo, hasta en abril, pero este año no quedará nada en la segunda quincena de febrero”, dijo. Sostuvo que la situación no era previsible, debido a la poca escasa fiabilidad de las predicciones de uno a otro semestre.
En el rubro arrocero, en Ñiquén (Región del Bío Bío), por falta de lluvias se han perdido 205 hectáreas (49%) de las 411 sembradas, señaló el alcalde Domingo Garrido. Hay serias dificultades para terminar el riego de cultivos de chacarería (porotos, maíz y papas). De ello se alertó a las autoridades. “Requerimos una intervención y que se declare Zona de Emergencia Agrícola”, indica el edil.
Danilo Gajardo, presidente del Consejo Asesor Regional del Bio Bío de Indap, con 120 agrupaciones, señala que la zona más afectada en la región es el secano interior del Valle del Itata, donde el rendimiento de avena y trigo bajó 30%.
En la Araucanía el panorama no es más alentador. Gastón Caminondo, presidente de la Sociedad de Fomento Agrícola del Sur (Sofo), dijo que “ya tenemos 25% de merma en la producción de granos, y al menos unas 60 mil hectáreas cerealeras afectadas por la escasez de agua”.
Sostiene que las autoridades gubernamentales deben prever medidas para evitar un daño mayor. “Esperamos que reaccionen a tiempo y no usen los recursos para recuperación de suelos degradados para apoyar a pequeños agricultores afectados por el déficit hídrico. Eso sería vestir una novia con la ropa de otra”.
Al menor rendimiento en los cultivos se suma la falta de forraje para el ganado, que hará caer la producción de leche y el precio de los vacunos. Se agrega la escasez de agua para consumo de unas 60 mil personas en sectores rurales, desde el Maule a Los Lagos, por el agotamiento de pozos y norias.
El Ministerio de Agricultura no reconoce una situación crítica, sino que maneja el concepto de “déficit hídrico”, no sequía. Por ello, no se decretará emergencia agrícola, como el año pasado en 222 comunas y que obligó a destinar $ 32 mil millones.
El ministro (s) de esa cartera, Reinaldo Ruiz, dijo que la experiencia del verano de 2008 en el centro sur hizo que se abordaran los problemas inmediatos, como la entrega de forraje, a la vez de obras en apoyo al fomento de riego, recuperación de praderas y profundización de pozos, entre otras, que continuarán este año. “Esto permite enfrentar de mejor manera el déficit hídrico actual”, dijo el ministro.
Para los agricultores que tuvieron bajos rendimientos en cultivos de cereales, e ingresos económicos mermados, “estamos disponiendo de una serie de instrumentos para que resuelvan sus problemas de caja a través de la Corfo, con una línea de refinanciamiento. Esto está hecho para reprogramación de deudas y corresponde a un fondo de US$100 millones para empresas que tienen ventas menores a 200 mil UF”, precisó.