SANTIAGO.- La defensa del carabinero que resultó con quemaduras por un "bautizo" en un curso de instrucción, valoró las diligencias llevadas a cabo para aclarar el caso, por el que se encuentra suspendido el comandante de Fuerzas Especiales, Manuel Letelier.
Al término de un careo entre este último y el cabo segundo Blas Herrera, que duró cerca de dos horas, el abogado Alfredo Morgado se declaró "satisfecho" por el avance de la investigación.
"No puede ser menos el respeto irrestricto a la dignidad e integridad de los funcionarios policiales y evidentemente se hacía necesario la separación de funciones del comandante Letelier", manifestó el representante de Herrera.
Hace una semana, la fiscal militar Macarena González realizó una serie de diligencias, entre ellas, ordenó la incautación del carro lanzaaguas utilizado el día de los hechos.
El caso ocurrió el 22 de diciembre pasado, cuando Blas Herrera junto a sus compañeros terminaba su curso de instrucción en un predio de Fuerzas Especiales, en Curacaví.
A modo de ceremonia de "bautizo", los oficiales a cargo del grupo lanzaron líquido lacrimógeno a los uniformados, lo que provocó una serie de quemaduras al cabo Herrera en el cuello, espalda, cabeza y glúteos.