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Expertos advierten posibles secuelas en niños abusados por su madre en Puente Alto

El siquiatra Rodrigo Figueroa y el sicólogo Hugo Chacón concuerdan en las características "egocéntricas y frías" de quienes cometen vejámenes de este tipo.

05 de Febrero de 2010 | 17:25 | Por Teamai Teave, Emol
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Marta Lagos fue formalizada hoy por abuso sexual reiterado, producción de material pornográfico y cultivo de especies vegetales ilícitas.

Claudio Caiozzi

SANTIAGO.- Tras conocerse el caso de Marta Lagos, mujer que abusaba de sus hijos de 3 y 4 años frente a una cámara web de un cybercafé en Puente Alto, expertos en Sicología y Siquiatría analizaron las posibles causas de esta dramática situación y advirtieron las posibles secuelas que estos vejámenes pueden tener en los pequeños.

Si bien el siquiatra de la Clínica UC, Rodrigo Figueroa, destacó que realizar un perfil de la mujer sería un acto "irresponsable", dado que es necesario realizar una entrevista clínica para hacer un ejercicio de ese tipo, reconoció que "existen múltiples cuadros psiquiátricos que podrían explicar una conducta de este tipo tan inhabitual, como lo son la parafilia, perversión sexual o trastornos de personalidad".

El profesional destacó que "los trastornos de personalidad antisociales representan una dificultad para ver a otro como sujeto, ya que tienden a verlos como un objeto, un instrumento útil para el beneficio personal. Son personas muy egocéntricas, personas con grandes dificultades para sentir compasión, empatizar con el prójimo, reparar y normalmente no tienen culpa, mostrándose muy fríos".

Lo anterior fue refrendado por el sicólogo del departamento de Derechos del Niño, del Sename, Hugo Chacón, quien sostuvo que Lagos tiene una tendencia a "objetar con los niños", explicando que "(los infantes) son objetos de satisfacción para esa persona y no tienen necesariamente la calidad de sujeto, como persona sobre las cuales yo tengo que cuidar y respetar".

Chacón también resaltó que quienes pueden cometer este tipo de vejámenes "son personas que tienen escasa o muy pobre empatía con los otros" y que "en este caso es más grave y complejo porque se trata de la mamá de los niños".

Las características descritas por Figueroa y Chacón coinciden con los antecedentes entregados por la mujer en sus declaraciones ante la policía y la justicia, donde ha insistido en su inocencia.

Según detalló el inspector de la Brisexme de la PDI, Cristián Vega, Marta Lagos declaró que el abuso a sus hijos "sólo se trataba de un juego, al cual ellos estaban acostumbrados. Ella sostuvo que al igual que todos los padres se bañaba con sus hijos desde chiquititos, la diferencia es que ahora se dieron este tipo de juegos, pero insistió en que eso no le causó ningún daño a los niños".

Al analizar este comportamiento, el siquiatra fue claro al indicar que "en las personalidades antisociales se pueden ver este tipo de trastornos que parecen una desfachatez. La diferencia con patologías como la esquizofrenia o la locura es que conservan el juicio de realidad, y si lo pierden es en momentos de alta intensidad emocional, pero transitorios".

Traumas en el futuro


Un día después de que el Sename presentara una querella criminal contra Marta Lagos, Chacón criticó el actuar de la madre, señalando que "era la persona que los niños percibían como figura adulta protectora y se encuentran en una situación en que esta figura los está sometiendo a una situación que los expone, los expone al descuido y los deja totalmente vulnerables".

"Los niños se ven expuestos a dos traumas: haber sido víctimas de esta situación de exposición, a través de pornografía infantil, y la ruptura del vínculo y apego con esta madre. Todavía no tiene para ello el significado de lo que sería un niño más grande, ya que efectivamente se genera un rechazo y rabia", añadió.

Por su parte, Figueroa sostuvo que "el daño ocasionado a estos niños puede ser mayor que el de una persona con más edad, porque el hecho de verbalizar el trauma y conversarlo con figuras protectoras permitiría reprocesarlo de una manera más adaptativa, lo que en este caso, por su corta edad, es muy complejo".

De acuerdo a lo explicado por ambos profesionales, el hecho que los niños no puedan externalizar con palabras el hecho y recordar el abuso, no significa que el daño no vaya a existir, ya generalmente los recuerdos traumáticos se almacenan por largo tiempo.

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