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Santiago: Viernes 26 de abril del 2024 | Actualizado 09:09
SANTIAGO.- El Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin) determinó alerta amarilla de Nivel 3, vigilancia permanente durante las 24 horas del día y acceso restringido al volcán Llaima, según informó el sitio web del organismo.
Según las imágenes obtenidas por las cámaras instaladas alrededor del volcán, entre el 20 de enero y 9 de febrero, se apreciaron emanaciones de vapor de agua y en algunas ocasiones, emisión de gases desde el cráter principal del volcán ubicado en la Región de La Araucanía.
Según el Sernageomin, dicha emanación de gases, indica una intensa actividad de fluidos dentro de los conductos del macizo; si a ello se le suma el hecho de que el cráter principal aún permanece parcialmente obstruido, “indican que el sistema volcánico puede estar cerca de un estado de desequilibrio”, cita el informe.
“Además, reitera que dicha alerta podría cambiar repentinamente, dependiendo de la actividad registrada en el macizo, por lo cual se recomienda mantener la preparación de la comunidad, en conjunto con la revisión y actualización de los planes de emergencia”, dice el informe publicado.
Respecto al volcán Chaitén, la actividad sísmica entre el 21 de enero y el 3 de febrero se ha incrementado, por lo que se mantiene la alerta roja.
“No obstante la actividad sísmica ha decrecido en un contexto general durante los últimos meses (...). (Sin embargo), la constante actividad de gases e incandescencia en la superficie del domo, sugieren que el sistema volcánico conserva un alto grado de inestabilidad”, especifica el Sernageomín.
Por lo anterior, el organismo asegura que “continúa latente el peligro de colapso de ocurrencia de eventuales explosiones” y generación de cenizas, los cuales podrías afectar los valles adyacentes al macizo.
A principios de diciembre del año pasado, el volcán Llaima también estuvo bajo alerta amarilla, ante el aumento de la sismicidad del nevado.
En esa ocasión, el alcalde de Vilcún, Patricio Villanueva, calificó como “apresurada la medida, ya que asustaba a los turistas que iban llegando a la zona para las vacaciones de verano.
Además, el vulcanólogo Fernando Gil aclaró que la actividad sísmica que presentó en ese periodo el volcán estaba estable y que el incremento de la sismicidad instrumental obedecía a que la obstrucción del cráter no permite la evacuación de sus gases.
