Los vecinos se enfadaron al ver papel dentro de ladrillos, pero los especialistas explican que eso no trae problemas estructurales.
Imágenes video casero
SANTIAGO.- "Fue aterrador. Salí de mi departamento, se movía todo de un lado para otro, abracé a mi mamá y dije 'que pase lo que tenga que pasar'. No alcancé a bajar, me aferré a la escalera, se venía todo abajo", palabras de Mauricio Rodríguez, habitante de la población 26 de Septiembre de Paniahue en Santa Cruz.
El relato continúa. "Todo fue un caos, la gente gritaba desesperada, pero algo los detuvo. Un bloque de los departamentos del fondo se había ido al suelo. El primer piso desapareció. El segundo piso pasó a ser el primero. Todos quisieron ir a ayudar allá, pero ya era demasiado tarde. Algunos alcanzaron a salir, pero dos personas no. Murieron; Uno de ellos tenía sindrome de down y la hermana era quien lo cuidaba. Fallecieron juntos", cuenta ya con la voz entrecortada este joven de 28 años.
Es que los departamentos de Paniahue quedaron inhabitables tras el terremoto del sábado pasado. Las autoridades ordenaron el desalojo y rápido llegaron los militares para sacar a quienes se negaban a salir de sus hogares.
Y con el pasar de los días los propios vecinos fueron percatándose de los problemas de los departamentos. Escarbaron y observaron que los ladrillos con las que fueron construidas sus casas estaban rellenos con papel.
"Efectivamente los ladrillos presentaban deficiencias, pero además nos encontramos con que los pilares eran excesivamente débiles, no estaban capacitados para soportar una estructura de tres pisos", explica a Emol el alcalde de Santa Cruz, Héctor Valenzuela.
Pero, según explica el constructor civil Mario Villafaña, el que los ladrillos estén rellenos con papel no afecta las estructuras. "Eso no significa que la estructura sea más débil, sólo afecta la aislación. Tal vez debió utilizarse otro tipo de aislantes no más. El único problema es que si se ocupan bolsas hace que la casa se más inflamable", dice el profesional.
El edil de la comuna agrega en tanto, que "ya conversamos con los vecinos, pero el tema de la costructora es algo que en los próximos meses deberá ver el ministerio de Vivienda, pues ellos mandaron a construir, son todas casas con subsidio del Minvu".
La constructora a cargo de las obras, García Popelaire, aparece declarada en quiebra y no tiene teléfonos de ubicación.
"Miro hacia adentro y me dan ganas de llorar. Viví 18 años aquí y en un minuto se fue todo. Es como no creerlo. Yo estoy bien sí, por esa gente que murió da rabia, porque es por culpa de otras personas que no hicieron bien su trabajo", relata Mauricio Rodríguez.
Hoy las personas viven bajo unos ciruelos frente a sus departamentos. Los familiares de los fallecidos no tienen dinero ni para sepultarlos. Mientras, esperan una solución, porque, dicen, no tienen ni terrenos para instalar las mediaguas que les ofrecen.