Pese a la gran pérdida de volumen en las bodegas, la industria vitivinícola de Colchagua prevé una reactivación en el corto plazo.
El MercurioCOLCHAGUA.- Las consecuencias del terremoto impactaron también sobre una de las industrias más emblemáticas del país. La actividad vitivinícola y turística del Valle de Colchagua se vio golpeada por los embates de sismo del fin de semana pasado, que afectaron los volúmenes de vinos de guarda y la infraestructura de producción y turística de las viñas asociadas en una zona de inmenso atracitvo natural y rural.
La asociación estimó una pérdida de vino en stock (granel y embotellado) de unos 25 millones de litros, que equivalen a la quinta parte de la pérdida total del país. Sin embargo sus ejecutivos aseguraron que el desajuste no impedirá cumplir con los compromisos ya adquiridos.
En términos de infraestructura, las viñas de la zona han sufrido daños en sus bodegas, que de todas formas no afectarán el desarrollo de las cosechas y la producción de vinos embotellados.
“En la medida de que se regularice al cien por ciento el suministro de energía eléctrica, las operaciones en los campos, como el riego, volverán a la normalidad. El trasporte, aunque no expedito, se encuentra operativo”, dice el alentador comunicado.
Traigan vino: las vendimias siguen su curso
Mario Pablo Silva, presidente de las viñas de Colchagua y la “ruta del vino” del mismo valle, dijo además que su zona se ha caracterizado a través de la historia “por la tenacidad de su gente y el espíritu emprendedor de quienes han hecho que sea considerado hoy en día líder en la industria vitivinícola nacional y pionero en el desarrollo turístico en torno al vino”.
Se ha constatado además que gran parte de las viñas de la zona se encuentran recibiendo la nueva vendimia, embotellando sus vinos y reorganizando proyectos en torno al turismo.