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Mujer que sobrevivió al terremoto en hospital de Talcahuano dio a luz trillizos en Valdivia

Luis Santander, padre de los recién nacidos, logró trasladarla el sábado a la casa de una hermana que consiguió un cupo en el hospital de Los Ríos.

10 de Marzo de 2010 | 18:23 | Por Nicolás Gutiérrez, El Mercurio
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Martín y Agustín nacieron completamente sanos, mientras Antonia sufrió un problema respiratorio que hasta ayer la mantenía en la UTI .

Cristián Cáceres, El Mercurio

VALDIVIA.- Es difícil imaginar que Luis Santander (36) viene de sufrir en carne propia el terremoto y posterior tsunami en Talcahuano. Su radiante sonrisa contrasta con lo que debió vivir durante los últimos diez días, en cuales tuvo que luchar por poder alimentar a Ingrid Calderón (34), su esposa, y madre de trillizos que tras una odisea de once horas pudo llegar a Valdivia para que los bebés fueran dados a luz en esa ciudad.


El alumbramiento se produjo el lunes, luego de 36 semanas de gestación. Ingrid Calderón estaba en reposo absoluto desde el tercer mes y la madrugada del terremoto se encontraba en el Hospital Higueras de Talcahuano.


"Lo que ella tuvo que vivir fue terrible. Eran cientos de réplicas que iban en constante aumento. Las condiciones sanitarias iban en decadencia cada día, faltaba agua, luz, y no había enfermeras. Durante una semana la acompañé día y noche y sólo salí para buscar agua y alimento", relató.


En ese lapso de siete días, el matrimonio no volvió a su casa, ubicada en el barrio de Higueras. Recién el sábado último, Luis pudo comunicarse con su hermana que vive en Valdivia y ésta, preocupada por sus sobrinos, contactó a un médico que consiguió el cupo para que su cuñada fuera internada.


"A través de amigos de mi hermana enviaron un vehículo que nos rescató en Talcahuano. Fueron once horas de odisea, por el estado de la carretera. El domingo de madrugada llegamos a Valdivia y el lunes nacieron mis preciosos hijos", expresó con orgullo.


Martín (que pesó 2,5 kilos al nacer) y Agustín (2,4 kg.) ya se encuentran con la madre y nacieron completamente sanos. Antonia (2,2 kilos) sufrió un problema respiratorio transitorio y hasta ayer aún estaba en la UTI del recinto de Valdivia, "pero en óptimas condiciones" según la pediatra Karin Grob.


"No hay palabras para describir lo que pasó en Talcahuano. Fue demasiado fuerte: el estrés, las réplicas. Pero estoy bien y eso es lo más importante, junto a mi marido, que es quien más me ha dado fuerzas", dijo ayer brevemente la madre de los trillizos, que será dada de alta la próxima semana.


Después del alta, todo será incertidumbre. "Nos vinimos con lo puesto desde allá. Yo soy supervisor de construcción y las empresas no están obligadas a pagarnos en época de catástrofe. Vamos a necesitar leche y paños. Aún no sabemos qué hacer, porque vivíamos en la casa de mis suegros, y lo que no se llevó el terremoto, lo saquearon", afirmó Santander.