SANTIAGO.- A las 19:30 horas arribó a La Moneda, el gobernador del Biobío José Miguel Stegmeier, luego que el ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter, lo citara de manera urgente al conocer las versiones de prensa que vincularon a la recién designada autoridad con un supuesto lavado de los dineros de Colonia Dignidad.
Stegmeier ingresó caminando a paso raudo y al ser consultado por su eventual renuncia al cargo, luego que el ministro Hinzpeter revelara la “preocupación del Gobierno” ante la situación, sólo se limitó a responder que "quiero plantearle esta situación al ministro primero", señalando que “no tengo nada que declarar hasta que converse con el señor ministro".
Y respecto a su participación a través de distintas sociedades en el lavado de dinero del enclave alemán, el gobernador –quien tuvo una relación muy cercana con Paul Schafer- sostuvo que "no hay ningún antecedente que relacione esas sociedades (con Colonia Dignidad)".
Al momento de anunciar la reunión, Hinzpeter indicó que una vez que se haya recabado toda la información respecto al caso, incluyendo la que provea Stegmeier, se tomarán las decisiones que correspondan.
Además, el jefe de gabinete fue enfático al sostener que al momento de la designación de Stegmeier -quien incluso fue propuesto por la UDI para ocupar el cargo de intendente que ahora ostenta Jacqueline Van Rsysselberghe- "el Gobierno no tenía estos antecedentes y en este momento he pedido que se recaben", al tiempo que indicó que los informes judiciales y comerciales correspondientes no arrojaron ninguna anomalía.