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Carabineros y PDI detallan los más curiosos métodos de ocultamiento de drogas

Desde elementos como cepillos para el cabello hasta el uso del cuerpo humano utilizan los narcos proveedores para hacer llegar los cargamentos a sus clientes.

06 de Abril de 2010 | 13:04 | Por Francisco Águila, Emol
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En la radiografía se pueden ver las decenas de ovoides que la persona tiene en su cavidad abdominal. Fue detectada por la Brigada Antinarcóticos de la PDI.

Gentileza PDI

SANTIAGO.- Palos de golf, hojas de diario, ropa, zapatos, madera, vehículos, frascos y hasta el cuerpo humano. Todo sirve para los traficantes a la hora de transportar droga para  sus clientes.

Esa es la conclusión a la que han llegado los efectivos del OS-7 de Carabineros y de la Brigada Antinarcóticos Metropolitana (Briant) de la PDI, las unidades de élite que combaten día a día el flagelo de la droga.

"Hay que pensar que a las organizaciones del narcotráfico, todos los objetos les pueden servir para ocultar la droga. Por ejemplo zapatos, shampoo, cepillos de pelo, un artefacto electrónico como una calculadora o un computador", señala el prefecto Orlando López, jefe de la Briant.

En sus operaciones se han encontrado con paquetes de clorhidrato de cocaína, cocaína base (más conocida como pasta base) o marihuana escondidos en compartimentos especialmente creados en autos, camiones o incluso en elementos tan inusuales como velas o alambres.

El mayor del OS-7, Esteban Díaz, plantea que a "lo más importante para el policía que trabaje en drogas es abarcar toda la gama que tiene la imaginación para poder detectar dónde puede estar escondida en sus principales estados, que son sólido y líquido. Pero la imaginación de los delincuentes de este ámbito no tiene límites".

De hecho, sus efectivos han encontrado droga en papel alusa, juguetes, patinetas, incluso en el cuerpo humano (abdomen, po ejemplo) o en fajas adheridas a éste. Entre éstos últimos, los más conocidos son los ovoides de drogas, que transportan personas denominadas "burreros".

En los casos que se han detectado en Chile, se trata principalmente de ciudadanos peruanos o bolivianos –con problemas económicos o de otra índole-, que se atreven a cruzar la frontera con la droga en sus cuerpos.

"Un caso que nos llamó la atención en una oportunidad, se inició cuando un chofer de bus se detuvo en la tenencia de Huara (Iquique) y avisó a Carabineros que uno de sus pasajeros estaba enfermo. Los funcionarios se dieron cuenta de que era peruano, lo trasladaron a la posta del hospital de Iquique, pero finalmente falleció porque se le había reventado uno de los ovoides en el estómago", relató Díaz.

La detección

Para el prefecto Orlando López, los casos de ovoides son los más difíciles de detectar, a menos que haya una investigación o un entrenamiento especializado de los funcionarios policiales.

De acuerdo a López, son varias las señales que permiten a los efectivos detectar cuando una persona transporta ovoides. "Por ejemplo el individuo anda con sueño, producto de las horas que demoró en tragarlos, tienen mal aliento o los ojos brillosos", detalla.

Las investigaciones han arrojado que los narcos están constantemente cambiando sus métodos, pero vuelven a utilizarlos y "la policía está siempre atenta a eso", plantea López.

En tanto, en el OS-7 hay un informe que se entrega a los efectivos encargados de combatir el narcotráfico en las unidades del país, cada vez que aparece un nuevo método de ocultamiento.

Como sea, lo cierto es que los decomisos grandes o pequeños parten de investigaciones de largo aliento, como por ejemplo la "Pilar del Norte" del OS-7, que en 2006 permitió el decomiso de 490 kilos de cocaína que estaba escondida en el corrugado de cajas de cartón.

O la "Bicentenario I", en la que la semana pasada se desbarató a una organización que internó 430 kilos de cocaína escondidas en cajas de plátanos y que estaba vinculada al capo narco de la población "La Victoria", Alejandro Cavieres, alias el "Car'e Jarro".