Abuelos del niño más conocido de Juan Fernández relatan su pérdida

ARCHIPIÉLAGO JUAN FERNÁNDEZ.- "Los días han sido terribles sin el nieto. Muy angustiantes. Él era hiperkinético, hacía de todo, trabajaba conmigo, le gustaba sembrar, andaba pescando en el muelle. En la barcaza "Valdivia" todos lo conocían. 'Allá viene el Puntito' decían".

Las palabras son de Willie Martínez al recordar al nieto de su pareja, Joaquín Alfonso César Ortiz Fajardo (8), alias "Puntito", el niño más conocido en el poblado San Juan Bautista de la Isla Robinson Crusoe, quien fue tragado por el mar durante el tsunami del 27 de febrero.

Martínez –quien se hizo conocido en todo el país tras participar en la propaganda de un conocido té para el resfrío- mantenía una relación muy estrecha con el pequeño, al que llamaba "mi nieto", y se le llenan los ojos de lágrimas al recordarlo.

"Lo hemos echado de menos terriblemente. La verdad esto ha sido desesperante. Ahora hay que esperar que pase el tiempo nomás. Lo busqué y lo rebusqué piedra por piedra, palo por palo, por todos lados, pero fue inútil. En todo caso él quedó donde le gustaba, en el mar. Porque era su pasión, estar pescando en el muelle o en el bote con su tata", sostuvo, con lágrimas en los ojos, el acongojado abuelo.

Martínez agrega que ahora sólo esperará a que "pase el tiempo nomás. No es que uno lo vaya a olvidar, pero tiempo se encarga de dejarnos un poco más tranquilos”.

Debajo de la cama

La abuela del menor y pareja de Martínez, Jimena Green, relató que la madrugada del 27 de febrero ella se encontraba acompañando a su nieta que había llegado de una fiesta, cuando tembló y comenzó la tragedia. 

"Nosotros nos salvamos porque sonó la campana de un vecino y mi nieta había llegado de  carretear. Luego se cortó la luz y cuando salimos a ver, había un bote en la capitanía del puerto. Pero mi hija (Hellen Fajardo) estaba con Joaquín (Puntito) y su otro hijo Pablo (13) y cuando vio que estaba toda el agua encima, cerró la puerta, se encerró en la pieza y puso a los niños debajo de la cama, pensando que era una buena alternativa. Finalmente entró el agua y terminaron en la caleta. Fue impresionante", relató la mujer, mientras preparaba kuchen de manzana para vender a quienes llegaron en la barcaza de la Armada.

La mujer agregó que su hija quedó en shock y que está recibiendo apoyo psicológico por lo ocurrido.

"Por la forma en que fue esto, todos deberíamos estar muertos, porque se llevó nuestra casa, nuestra hostería grande. Todos terminamos por distintos lados", agrega.

Dos días atrás la Armada anunció que un equipo de buzos tácticos retomará la búsqueda de los seis cuerpos que desaparecieron en la bahía Cumberland y que aún no son encontrados. Entre ellos está el de "Puntito".

Pero, contrario a lo que se cree, la familia prefiere que el cadáver del menor no sea encontrado.

"Pedimos a Dios que no aparezca después de cuatro o cinco días y estamos felices porque a Joaquín le encantaba el mar y el consuelo que tenemos es que Puntito murió en su salsa, en el lugar que le gustaba", planteó la abuela con un temple admirable.