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Santiago: Miércoles 24 de abril del 2024 | Actualizado 16:14
TEMUCO.- Un perije bioquímico a las manos del activista pro mapuche vasco, Asel Luzárraga (38), detenido el 31 de diciembre último, tras un fallido atentado explosivo a las oficinas de la Secretaría Regional Ministerial de Justicia de Temuco, reveló plena coincidencia con la pólvora empleada para confeccionar la bomba casera que no logró detonar.
Así lo precisó el fiscal Alberto Chifelle al presentar ayer la acusación por infracción a la Ley de Armas y explosivos contra el ciudadano vasco, avecindado en Temuco desde hace dos años, para el cual solicitó una pena de cinco años de presidio.
Tras el fallido atentado y durante el allanamiento de su domicilio, en Padre Las Casas, la policía incautó una bolsa negra que contenía 0,9 metros de mecha para detonar explosivos de fabricación industrial (color café), otra de 1,33 metros (color rosado), un paquete de perdigones de plomo, pólvora de fabricación industria, tornillos metálicos oxidados y un extintor metálico de color rojo de tamaño mediano usado habitualmente como contenedor del material explosivo.
El fiscal Chifelle precisó que todos esos elementos son iguales a los que contenía el artefacto casero instalado en el antijardín de la Secretaría de Justicia y que no alcanzó a detonar por una falla en la mecha que activaba el mecanismo explosivo.
"De acuerdo con los peritajes realizados por el Laboratorio de Criminalística de Carabineros, en las muestras levantadas de las manos del acusado, se detectó la presencia de 'iones nitratos', lo que es indicativo de la presencia de pólvora negra", dijo el prosecutor.
Chifelle dijo que lo hallado en las manos del vasco se explica "porque Luzárraga efectivamente habría manipulado o tenido contacto directo con pólvora o con algún elemento que contuviera partículas de nitrato, sin que ningún antecedente de la investigación nos permita concluir algo diverso".
La acusación de Chifelle se agrega a otra presentada por el fiscal Sergio Moya contra el anarquista pro mapuche, Edgardo José Hernández Lucero, como presunto autor de la detonación de un artefacto explosivo similar en el acceso al edificio de la Defensoría Penal Pública, el 11 de diciembre de 2008.
Ahora Hernández Lucero está a la espera de un juicio oral acusado por el delito de "colocar bombas o artefactos explosivos o incendiarios de cualquier tipo, que afecten o puedan afectar la integridad física de personas o causar daños", sancionado por la ley antiterrorista.
