SANTIAGO.- Los hermanos que anoche protagonizaron una discusión por un PlayStation, que terminó con la muerte de uno de ellos, en Providencia, habían sido sacados desde un centro del Servicio Nacional de Menores (Sename) por una ciudadana belga y provenían de una familia disgregada.
Así lo informó el comisario Gilberto Opazo, jefe de la Brigada de Homicidios Metropolitana de la PDI, luego de que el victimario, R.A.M.G., de 16 años, fuera trasladado desde el cuartel policial hasta el Centro de Justicia de Santiago, donde será formalizado por el delito de homicidio.
"Se trata de dos jóvenes en riesgo social de la localidad de Mulchén, que en algún momento de su vida pasaron por un centro del Sename y fueron rescatados por una ciudadana belga, que los llevó al inmueble para que tuvieran un mejor pasar", detalló el jefe policial.
La mujer, Valerie Michael, de 38 años, se encontraba de viaje en su país natal al momento del crimen y, tras enterarse de lo ocurrido, emprendió su regreso a Chile para ver qué sucederá con el menor de 16 años y con los trámites funerarios del fallecido, identificado como Manuel Alejandro Muñoz González, de 18 años.
En ausencia de la mujer, ambos jóvenes se encontraban al cuidado de Juan Rosas Caniza (23), quien tiene el mismo origen social, y actuaba como adulto responsable en el hogar de la belga, pero no estaba en la casa cuando ocurrió el homicidio.
De acuerdo a los antecedentes, ambos jóvenes fueron sacados desde un centro ubicado en avenida Santa Rosa, donde fueron dejados hace diez años por su madre, Angélica González, quien hoy vive en Mulchén y ya fue contactada por los funcionarios policiales.
El hecho se produjo a las 21.00 horas de anoche en la casa, ubicada en calle Suiza de la comuna de Providencia, cuando Manuel encendió el juego de PlayStation para usarlo sin permiso de su hermano menor, quien lo increpó, iniciándose una violenta discusión que terminó cuando el menor enterró un cuchillo en el tórax de la víctima, quien murió en el lugar.
Según el comisario Opazo, el menor manifestó estar arrepentido por lo que ocurrió y dijo "que se le había pasado la mano".
El victimario cursaba 3° medio y la víctima 4° medio en el colegio Guillermo González Heinrich de Providencia. En el establecimiento señalaron que por ahora no se referirán al hecho.