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Sismología U. de Chile: Bachelet "no tiene la información completa"

El director del Instituto Sismológico, Sergio Barrientos, se defendió de las críticas de la ex Presidenta, quien cuestionó la demora en la compra de sismógrafos de última generación por parte de la entidad.

12 de Mayo de 2010 | 18:26 | Por Natacha Ramírez, Emol
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El director de la entidad, Sergio Barrientos, afirmó que "somos los primeros interesados en tener una red sismológica que cubra todo el país".

Gentileza Universidad de Chile

SANTIAGO.- El director del Servicio Sismológico de la Universidad de Chile, Sergio Barrientos, refutó las críticas que formuló la ex Presidenta Michelle Bachelet, quien cuestionó a la entidad por la demora en adquirir sismógrafos de última generación, pese a que, según indicó, se le habían traspasado los recursos.


Al respecto, Barrientos manifestó a Emol que "probablemente, las apreciaciones de la ex Presidenta no consideran una completa visión de lo que ha sucedido durante estos últimos años. Yo creo que ella no tiene la información completa".


Sostuvo además que en la entidad "somos los primeros interesados en tener una red sismológica que cubra todo el país, porque necesitamos conocer los lugares donde ocurren los terremotos en forma oportuna", ya que actualmente tardan unos 30 minutos en conocer los epicentros, mientras que con el nuevo sistema lo harían en unos 5 ó 10.


Barrientos explicó que, si bien el anuncio del Gobierno de entregarles US$18 millones fue en 2007, recién tuvieron en sus manos una parte de esos recursos en agosto de 2009, debido a una serie de procedimiento que debieron realizar, como suscribir convenios con la Onemi para el traspaso de los recursos y elaborar bases de licitación, en cada uno de los cuales debió pronunciarse la Contraloría.


"Nosotros, como institución pública, tenemos que seguir todos estos procedimientos al pie de la letra y no podemos avanzar si no hay una aprobación de todas estas materias de parte de las autoridades y organismos competentes", explicó.


Detalló que en el año 2007 el Gobierno aprobó el traspaso de US$18 millones al Instituto Sismológico, monto que recibirían en tres entregas de US$6 millones cada una, las que estarían incluidas en los presupuestos de 2008, 2009 y 2010.


Se estableció además que el dinero sería traspasado a través de la Onemi, lo que implicó que ambas entidades debieron suscribir un convenio, del cual la Contraloría tomó razón recién a fines de diciembre de 2008. "Eso no dejó tiempo para ejecutar el traspaso de fondos a la universidad y menos ejecutarlos, así que no alcanzamos a recibir el dinero el 2008 y el convenio expiró", explica Barrientos.


Esto llevó a suscribir un nuevo convenio en 2009, del que la Contraloría tomó razón en julio, por lo que la universidad recibió los primeros US$6 millones sólo en agosto. Recién entonces, el instituto envió las bases de licitación para la compra de los equipos a la Contraloría, que sugirió "modificaciones sustanciales". El instituto envió un nuevo documento con las bases en enero de 2010.


"Y ahora estamos esperando que llegue oficialmente de parte de la Contraloría la aprobación de las bases para llamar a la licitación internacional", indicó Barrientos, quien estima que esto podría ocurrir durante el próximo mes. Una vez que se compren los primeros equipos, recién podrán recibir los segundos US$6 millones.


Barrientos explica que a esto se suman una serie de otras tareas que deben realizar antes de establecer una red sismológica, como seleccionar los lugares donde instalarán los instrumentos. En ese ítem no han tenido financiamiento y sólo han podido avanzar gracias a convenios con otras instituciones, como el Instituto Geográfico Militar.


Nuevos equipos no dependerán de la electricidad


No obstante, Barrientos estima que si todo sale bien, podrían tener funcionando el 70% de la nueva red sismológica entre este año y 2011, y dejar el 30% restante para 2012, que correspondería a la instalación de los equipos en los lugares más difíciles en cuanto a la logística.


Detalla que los nuevos equipos –tal como señaló Bachelet– serán capaces de funcionar sin depender de la electricidad. "Estamos considerando la adquisición de paneles solares y baterías para que cada estación funcione de manera independiente de la energía eléctrica del lugar", indicó el sismólogo.


De esta forma, no se repetiría lo que ocurrió el 27 de febrero, cuando debido a la falta de electricidad sólo pudieron determinar el epicentro del terremoto dos horas después.


Barrientos explica que la nueva red considera 65 estaciones a lo largo de todo el país y tres tecnologías diferentes, las que permiten captar movimientos imperceptibles y fuertes, además de sofisticados GPS.


Indica además que las nuevas estaciones enviarán información en tiempo real, las que serán procesadas en la sede de Santiago por un software, que permitirá determinar en sólo 5 ó 10 minutos datos como el hipocentro y el tamaño de la ruptura.