Almirante González destaca actuación de marinos en Talcahuano tras el terremoto

VALPARAISO.- En una solemne ceremonia realizada en la Plaza Sotomayor de Valparaíso, la Armada de Chile conmemoró este viernes un nuevo aniversario del Combate Naval de Iquique y Punta Gruesa.

El acto de este año no sólo acaparó la atención por ser la primera vez que asistió el Presidente Sebastián Piñera, sino que también por tratarse del primer evento público que celebra la institución masivamente, tras el terremoto y posterior tsunami que afectó a la zona centro sur del país y que puso en tela de juicio la actuación de la Armada ante una emergencia de esa magnitud.

Si bien el comandante en jefe, Edmundo González, no se refirió hoy a los errores cometidos por el Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada (SHOA), se encargó de resaltar la labor desarrollada por los funcionarios de la institución presentes en Talcahuano al momento del sismo de 8,8 grados Richter.

"Algunas de las más importantes unidades de la Armada en la madrugada del 27 de febrero pasado se encontraban atracadas en los muelles de Talcahuano a cargo de sus guardias (...). Tan solo minutos después del terremoto cientos de marinos de todos los grados y jerarquías estuvieron embarcados en sus buques para enfrentar el tsunami que, por la violencia e intensidad del sismo, previeron acertada y profesionalmente que sobrevendría pronto", resaltó.

En esa línea, el almirante remarcó que estos hombres "con el coraje propio de las condiciones éticas del oficio naval, salvaron sus naves y así tanto las avezadas rotaciones de los submarinos como la de los pequeños remolcadores tripulados por jóvenes marineros y grumetes, todos sin excepción alguna, fueron fieles a su deber y gracias a ello la capacidad operativa de la institución, crucial para la seguridad nacional, se mantiene hoy intacta y plenamente vigente".

Por esta razón, en la ceremonia recibieron la Condecoración al Valor cuatro marinos que, según González, arriesgaron "conscientemente sus propias vidas, rescataron generosamente otras y fueron gravitantes con su accionar en poner a salvo importantes unidades de nuestro poder naval de la furia del maremoto".

Antes de finalizar, el comandante en jefe se defendió diciendo también que "los críticos momentos que le han tocado vivir a nuestra Armada han sido aprovechados por algunos para intentar cuestionar su honor y veracidad, valores sagrados, arraigados y trascendentes de la estructura e identidad de su alma. Pero nuevamente el espíritu de Prat (...) reaparece guiándonos en un navegar que surca mares hoy más tormentosos, siempre imprimiéndonos la fortaleza anímica para mantener sin debilidad alguna el rumbo seguro de la nave que el Estado ha puesto bajo nuestra dirección y mando".