VALPARAÍSO.- De los 15 ascensores que funcionaban en Valparaíso hace cinco años, hoy sólo operan 8 y su número con seguridad seguirá bajando, tanto por problemas de rentabilidad, como por complicaciones técnicas.
El cierre que experimentarán el próximo sábado los ascensores Cordillera y Larraín aparece no sólo como una prueba irrefutable de que estos aparatos patrimoniales son una especie en extinción, sino también de que a partir del lunes no existirán más que seis mecanismos de transporte cerro-plan en Valparaíso.
A ello se suma que de los ocho que estarán operativos hasta este fin de semana, cinco son privados (Espíritu Santo, Concepción, Artillería y los próximos a cerrar Larraín y Cordillera) y se encuentran marcados por los escasos ingresos, según informó El Mercurio de Valparaíso.
En tanto, de los otros cinco, que se encuentran bajo la administración municipal, sólo tres están en funcionamiento (El Peral, Reina Victoria y Polanco) y otros dos (Barón y San Agustín) permanecen suspendidos en espera de ser reparados este año.
Por esta causa, para fin de mes la ciudad de Valparaíso contará con sólo seis ascensores en completo funcionamiento, sin que hasta ahora se pueda descartar el cierre de otras unidades de negocio.
Consciente de la situación que atraviesan los elevadores, el municipio porteño se concentró en la opción de arrendar algunos aparatos, en especial aquellos que cerrarán este fin de semana.
Al respecto, el alcalde de Valparaíso, Jorge Castro, explicó que se encuentra abierto a explorar todas las fórmulas necesarias para resolver definitivamente el funcionamiento de los ascensores porteños, tanto municipales como privados.
Agregó que en su deseo por recuperar lo patrimoniales medios, el municipio solicitó el respaldo del Gobierno Regional para negociar el arriendo del Cordillera, mientras gestionan su adquisición.