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Santiago: Domingo 14 de diciembre del 2025 | Actualizado 01:55
Los policías que fueron dados de baja ayer quedaron recluidos en el anexo cárcel de la subcomisaría Pudahuel Norte. El resto de la banda fue enviada al penal Santiago I.
Luciano Riquelme, El Mercurio.SANTIAGO.- El fiscal de la zona Metropolitana Occidente, Sergio Soto, anunció que se encuentra investigando la vinculación de más funcionarios de Carabineros con la banda que se dedicaba a perpetrar robos de cajeros automáticos y de empresas, y en la que participaban otros cinco policías dados de baja ayer.
La información fue entregada por el persecutor luego de la audiencia de formalización de cargos en contra de los cinco uniformados que pertenecían a la 2ª Comisaría de Santiago y a la Subcomisaría Rocas de Santo Domingo, además de un carabinero exonerado en 2008 y un civil.
Pese a la revelación, Soto declinó detallar si los funcionarios investigados pertenecían a una de las unidades que ayer fueron intervenidas, y tampoco quiso revelar qué rango tienen o en qué delito participaron.
El fiscal formalizó cargos en contra del ex suboficial y los cuatro ex carabineros por los delitos de robo en lugar habitado, soborno, cohecho, omisión de denuncia, obstrucción a la justicia y violación de secreto.
El civil, Oriel Calderón, fue acusado de robo en lugar no habitado, mientras que a Luis Guzmán, el uniformado exonerado en 2008 y que era nexo entre los delincuentes y los ahora ex policías, se le sumó el delito de soborno.
Soto argumentó que los imputados actuaron en grupo o pandilla, que existía la agravante de que eran funcionarios encargados de la seguridad de la población y que usaron su posición de policías para obtener información confidencial, con el fin de que se cometieran los atracos, por lo que solicitó que quedaran en prisión preventiva.
"Futbolistas"
Para acreditar la participación de los sujetos en los delitos, el fiscal presentó varios videos de los ataques y escuchas telefónicas en los que éstos usaban un lenguaje en código para referirse a los atracos que perpetrarían.
"Los imputados utilizaban la expresión 'partido de fútbol' para decir que iban a cometer un delito. De acuerdo a ese lenguaje, la cancha de fútbol correspondía a la empresa a la que iban a asaltar, los jugadores eran los imputados, los goles eran los millones de pesos que obtenían por el ilícito y los palos eran la cantidad de dinero que le correspondía a cada uno por su participación", señaló el persecutor.
El fiscal indicó además que los sujetos revelaron que participaron en otros cinco delitos, entre ellos un ataque a un local de una empresa de telefonía desde la que sustrajeron 40 millones de pesos, cuyos antecedentes deben ser indagados.
Los defensores privados y penal público, Víctor Román y Werner Jans, respectivamente, se opusieron a la prisión preventiva solicitada por el fiscal, calificándola como "desproporcionada".
"Ellos no tienen antecedentes penales, han declarado y colaborado con la investigación. Ellos debieran cumplir sus condenas en libertad y no escuchamos diligencias pendientes que ellos puedan obstaculizar", argumentó el defensor Jans.
Pero la jueza del 9º Juzgado de Garantía de Santiago, Soledad Orellana, tomó en consideración los antecedentes relatados por el fiscal Soto y dejó en prisión preventiva a todos los imputados, considerándolos como un peligro para la sociedad y para la investigación.
De ellos, Oriel Calderón y Luis Guzmán fueron derivados hasta el penal Santiago I, mientras que los funcionarios dados de baja ayer fueron enviados al anexo cárcel de la subcomisaría Pudahuel Norte.
