Enríquez- Ominami destaca que por ahora su máxima prioridad es consolidar al Partido Progresista como una nueva fuerza política en el país.
La SegundaSANTIAGO.- El ex candidato presidencial e impulsor del Partido Progresista, Marco Enríquez-Ominami aseguró estár convencido de que "la Concertación ya no existe como tal".
El ex diputado socialista está convencido de que el mensaje regeneracionista que envió durante las elecciones, que consiguió aglutinar a un 20 por ciento del electorado, está más vigente que nunca.
"No ganamos la elección, pero sin duda triunfamos en el terreno de las ideas. Hoy la Concertación debate si debe propiciar una apertura hacia nuestra fuerza política, sin que nosotros hayamos hablado de ello. Ellos se refieren sin cesar a nuestro proyecto político", afirmó.
Enríquez- Ominami agregó que, por el otro lado, "la derecha gobernante impulsa nuestras dos grandes reformas que tanto criticó en la campaña: la inscripción automática, que integrará a tres millones de votantes jóvenes, y la reforma tributaria, que permitirá avanzar hacia una mayor equidad", dijo en entrevista con Efe.
En medio del debate parlamentario sobre la financiación del plan de reconstrucción de Chile tras el terremoto, Enríquez-Ominami opina que el Gobierno de Sebastián Piñera es incapaz de movilizar a la sociedad en este proceso y las decisiones que toma son centralistas.
"Nadie estaba preparado para una catástrofe de esta magnitud; sin embargo, eso no justifica que el Gobierno se cierre a la participación y se aferre a un sentimiento conservador", aseguró.
El pasado 14 de junio, el ex candidato presidencial y ex diputado socialista inscribió ante el Registro Electoral su nuevo proyecto político: el Partido Progresista, nombre elegido mediante votación en Internet.
"Hoy nuestro punto de partida es cero. No aspiramos a reconstruir el 20 por ciento que obtuvimos en las elección pasada, sino que aspiramos a una nueva mayoría. No queremos el mismo Chile injusto de antes del terremoto", explicó.
"Mi desafío es construir otra fuerza política que enfrentará frustraciones, errores, dificultades, pero siempre alegres y optimistas por un Chile más tolerante y más justo", añadió.
Tanto Marco Enríquez como sus más cercanos colaboradores niegan eventuales contactos con las fuerzas de la Concertación, algunas de las cuales, como el Partido Socialista y el Partido por la Democracia, están además enfrascadas en su propio debate interno.
Las declaraciones de Marco Enríquez no ayudan mucho al acercamiento con sus ex compañeros de coalición. "La Concertación ya no existe como tal. Lo que queda de ella está dividido entre una elite opaca, odiosa y frustrada, y un pueblo llano que vota por ella como opción frente al pensamiento conservador de la derecha", dijo.
Enríquez-Ominami afirma que "no reconocer la obra de la Concertación es no tener corazón, (pero) pensar repetirla es no tener cabeza".
"Nuestro proyecto político es inédito, audaz, de principios y convicciones; un proyecto alejado de las lógicas patrimoniales en las que están enfrascadas las elites partidarias", subrayó.
El ex diputado señala, además, que le preocupa la "tozudez" de Sebastián Piñera y dice que su gobierno parece uno más de la Concertación. "Me parece un quinto gobierno de la Concertación, le cuesta gobernar, tiene buenas intenciones en algunas cosas y está profundamente equivocado en otras", agregó.
"Pero ese problema no es monopolio de Sebastián Piñera, sino de un presidencialismo salvaje como el nuestro", aseguró el ex candidato presidencial, quien ve en el mandatario un componente neopopulista, "porque gobierna sólo por las encuestas".
"Si se aplican todas sus políticas, dentro de cuatro años Chile será un país aún más injusto y precario políticamente. Los chilenos seguiremos siendo rehenes de un sistema político arcaico", concluyó Enríquez-Ominami.