El alcalde de Santiado, Pablo Zalaquett, valoró el buen comportamiento de los hinchas que llegaron hasta el frontis del municipio.
Francisco Águila, EmolSANTIAGO.- "Con esto vamos olvidar un poco los problemas. Vamos a salir adelante con la Selección. Ahora la alegría es de todos", gritaba entre lágrimas el doble chileno del entrenador Marcelo Bielsa, Alejandro Quintanilla, frente a la pantalla gigante dispuesta en la Plaza de Armas, celebrando la clasificación a la segunda fase del Mundial, pese a la derrota.
Era el sentir de los más de 12 mil hinchas que llegaron hasta el centro neurálgico de la capital para ver el vital partido frente a España, en dos pantallas de 24 metros cuadrados cada una.
La cita comenzó al mediodía con un show dirigido por locutor radial “Willy Sabor”, la bailarina “Blanquita Nieves”, el humorista Mauricio Flores”, y la elección de la “madrina de la Selección”, cuya ganadora se llevó 700 mil pesos. También se mostraron videos por parte del animador “Chico Pérez”.
El ambiente era de fiesta y alegría hasta que llegaron los goles españoles, lo que dio paso a que el entretiempo fuera de silencio y calma.
Eso hasta que llegó el tanto de Rodrigo Millar, que devolvió la alegría, los gritos y las vuvuzelas al lugar.
El alcalde de Santiago, Pablo Zalaquett, calificó de “maravilloso” el ambiente que se creó y el comportamiento de los miles de hinchas que llegaron con banderas, pancartas y caras pintadas.
Zalaquett planteó que la idea nació luego de que dos empresas de telefonía se le acercaron para plantearle la idea de hacer un show en el centro de la capital.
“Creímos que podría ser en el paseo Ahumada, pero nos dimo cuenta de que nos quedaba chico y por eso lo trajimos a la Plaza de Armas. En total se gastó más de 50 millones de pesos”, remató el edil.
Reporte de María Ignacia Méndez
A partir de las 10 de la mañana, comenzó a llegar la gente a la Plaza de Armas para apoyar a la Roja, los niños vestían camisetas de Chile y las personas hacían sus llegadas con el infaltable cotillón.
Todos los automovilistas e incluso los choferes de del Transantiago, hicieron sonar las bocinas al percibir tal conglomeración en uno de los principales lugares de la capital.
En un ambiente silencioso y sin movimiento debido a los dos goles anotados por la selección española en el primer tiempo, los chilenos no perdían la esperanza ante una posible clasificación.
Con el gol de Chile, los hinchas de la Roja hicieron sonar las vuvuzelas, alzaron las banderas de Chile y comenzaron a saltar y a gritar por la selección.
A medida que pasaban los minutos, hasta los Carabineros que se encontraban en el lugar mirando el partido gritaron a favor de Chile.
Tras el término del partido, cientos de personas saltaron y gritaron con el triunfo de Chile en el mundial Sudáfrica 2010, para luego ir a celebrar a Plaza Italia.