Juicio oral a los "Caso Car'e Jarro": Defensor de abogado asegura que es inocente

SANTIAGO.- El defensor penal público César Bunge, quien representa al abogado Ariel Marín en el juicio oral en contra de la banda narco "Los Car'e Jarro", aseguró que su cliente era inocente de los cargos de asociación ilícita y lavado de dinero que se le imputan.

Marín fue detenido junto a los miembros de la banda y está acusado de ser testaferro y asesor legal no sólo de los líderes de la agrupación delictual que operaba en la población La Victoria en la capital, sino que también de los hermanos Nemesio y Miguel Morales Domínguez, quienes proveían de droga al clan de Caviares.

"Mi representado siempre ha sostenido que es inocente. Simplemente se limitó a hacer su trabajo como abogado y en el tema del lavado de dinero, él siempre ha sostenido que adquirió los vehículos con el dinero que ha ganado con su profesión. Además, los adquirió a través de unos créditos", señaló el abogado, que fue el único de los defensores que habló tras la primera sesión del juicio.

El abogado dijo que su defendido "está tranquilo" ante la serie de escuchas telefónicas que el fiscal de la zona sur, Héctor Barros, adelantó que entregaría durante el juicio que se espera dure varias semanas.

"Hemos visto la carpeta investigativa y a nuestro juicio no hay pruebas suficientes que acrediten los delitos que a él se le imputan. Creemos que son escuchas telefónicas de un abogado con su cliente. Estamos concientes de que el trato que él tenía con Alejandro Cavieres, no era la normal  de cliente-abogado, pero sin perjuicio de ello, el se limitó a hacer su profesión", dijo Bunge, que agregó que tenía pruebas que demuestran su hipótesis.

Como una empresa

El fiscal Barros sostuvo que el 90% de los imputados se declara inocente de los cargos. De hecho el representante de Alejandro Cavieres dijo en la audiencia que demostrará que "esa droga encontrada el 2006 no le pertenece a ninguno de mis representados y que ninguno de mis representados fue detenido con tenencia de drogas".

Respecto de la forma de operar de los Cavieres, el persecutor señaló que la organización criminal operaba como una verdadera empresa, por lo que buscará acreditar la presencia de una asociación ilícita para el tráfico de estupefacientes y lavado de dinero.

"Cavieres era como el gerente de la empresa, con Clara (su esposa) y bajo ellos estaban varias personas que cumplían varias funciones. Algunos estaban a cargo de infiltrar las policías y otros de mantener el control sobre el entorno...", relató.

La Fiscalía pide una condena de 440 años de cárcel en total para todos los imputados.