Tres diputados socialistas exigieron al líder de su partido ''comportarse a la altura del cargo''.
Héctor Flores, El Mercurio.SANTIAGO.- El proyecto de acuerdo aprobado por el Senado chileno que contempla el envío de una misión de observadores a los comicios parlamentarios de Venezuela, no sólo ha causado polémica entre esa rama legislativa y el gobierno de Hugo Chávez.
El apoyo que el presidente del Partido Socialista (PS), Fulvio Rossi, entregó a la iniciativa impulsada por los senadores Patricio Walker (DC) y Andrés Allamand (RN), también ha tensionado el ambiente en la colectividad opositora.
Prueba de ello es que los diputados socialistas Marcelo Díaz, Alfonso de Urresti y Sergio Aguiló criticaron hoy duramente a Rossi, a quien llamaron a "dejar de comprometer el nombre del PS, al aliarse a parlamentarios que hablan desde la derecha".
En la misma línea, le exigieron "comportarse a la altura del cargo de presidente del PS, al que sin duda no está representando con su actitud lamentable".
De igual forma, los parlamentarios apuntaron sus dardos contra los demás senadores que promueven su asistencia como observadores de las elecciones legislativas venezolanas y cuestionaron la posición asumida por la Cancillería chilena en este debate que, a su juicio, "sólo contribuyó a escalar la tensión diplomática entre ambos países".
Díaz, que preside la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara, sostuvo que el proyecto de acuerdo "prejuzga el proceso electoral de Venezuela, poniendo en duda su transparencia, antes incluso de ejercer un rol observador".
"Es decir, atenta contra la esencia misma de este tipo de gestiones diplomáticas y políticas entre países con relaciones fluidas y de respeto y, peor aún, los involucrados exigen ahora que se les trate con guante de seda", agregó.
Asimismo, aseguró que quienes desde el oficialismo exigen pronunciamientos de la OEA "se olvidan que la Carta Democrática es clara respecto a estos procesos y ese organismo sólo tiene injerencia sobre peticiones formales o autorizaciones entre gobiernos".
"Aquellos que demandan intervención de la OEA en el caso de un gobierno democrático, nunca antes lo hicieron para exigir medidas similares cuando Chile y otros países de la región vivían bajo regímenes dictatoriales", concluyó.