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Indulto: Ex ministro Viera-Gallo pide tener en cuenta lo ocurrido en el Jubileo 2000

"Sería interesante evaluar qué pasó con esas personas, (...) porque a veces no se saca nada con dictar una ley que rebaja las penas si después esas personas vuelven a ser condenadas o procesadas", dijo.

23 de Julio de 2010 | 10:50 | Emol
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El integrante del Tribunal Constitucional recordó que el 2000 se produjo una discusión similar a la de hoy, a propósito de la situación de los militares condenados por delitos de lesa humanidad.

Héctor Yáñez, El Mercurio.

SANTIAGO.- En medio del debate que generó la propuesta de indulto realizada por la Iglesia, el ex ministro secretario general de la Presidencia y actual miembro del Tribunal Constitucional, José Antonio Viera-Gallo, planteó tener en cuenta lo que ocurrió hace una década con motivo del Jubileo 2000.


Según proyecciones del Ministerio de Justicia proporcionadas en 2001 a la Cámara de Diputados, cerca de 27 mil condenados por delitos menores fueron beneficiados con la rebaja de penas establecida en la Ley 19.736 sobre indulto general, que excluyó a los militares recluidos por violaciones a los derechos humanos.


"Sería interesante evaluar qué pasó con esas personas, cómo la sociedad chilena se aprestó a acoger a las personas condenadas que se beneficiaron con esa ley, porque a veces no se saca nada con dictar una ley que rebaja las penas si después esas personas vuelven a ser condenadas o procesadas", comentó Viera-Gallo.


En conversación con Radio Agricultura, el ex ministro recordó que entonces se produjo una discusión similar a la de hoy, a propósito de la situación de los uniformados condenados por delitos de lesa humanidad.


"En general -no me atrevo a hablar de cada caso- los militares condenados lo son por hechos graves. En general se trata de delitos de homicidio, secuestro, torturas. Entonces, si la ley de 2000 no beneficiaba al preso común que había cometido ese tipo de delitos, tomar la decisión de que eso beneficiara a un grupo de militares era ya una decisión política", recordó.


En cuanto a la propuesta actual, Viera-Gallo sostuvo que es "muy legítima", pero enfatizó que el perdón no se puede tratar de establecer por decreto.


"El perdón es una virtud muy alta en una sociedad y muy difícil de lograr. Para las personas que no han vivido los hechos se puede mirar de una manera. Para las personas que han padecido directamente en sus padres, su hermano, en fin, el perdón es muy duro, es una actitud casi sublime. Si cada uno de nosotros se preguntara si está dispuesto a perdonar si le hubieran matado a un pariente muy cercano, creo que sería muy difícil", manifestó.

El actual integrante del Tribunal Constitucional José Antonio Viera-Gallo señaló que la propuesta de Indulto Bicentenario entregada por la Iglesia al Presidente Sebastián Piñera es "muy legítima", y que para analizarla sería bueno tener en cuenta lo que ocurrió con motivo del Jubileo 2000.


El ex ministro secretario general de la Presidencia dijo a La Gran Mañana Interactiva de Radio Agricultura que para ver la posibilidad de otorgar beneficios carcelarios sería positivo hacer una comparación con lo que pasó hace 10 años, cuando se incluyó a 1.669 casos de delitos menores, excluyendo a militares.


"Sería interesante evaluar qué pasó con esas personas, cómo la sociedad chilena se aprestó a acoger a las personas condenadas que se beneficiaron con esa ley, porque a veces no se saca nada con dictar una ley que rebaja las penas si después esas personas vuelven a ser condenadas o procesadas", señaló.


Viera-Gallo recordó que en esa ocasión se dio un debate similar al que se está generando hoy en día, afirmando que la no inclusión de casos contra los derechos humanos respondió a que el indulto sólo apuntaba a delitos menores.


"Ya se logró una vez, y esa vez también se produjo mucho debate respecto de los problemas de los uniformados condenados por delitos a los derechos humanos. En general, no me atrevo a hablar de cada caso, los militares condenados lo son por hechos graves. En general se trata de delitos de homicidio, secuestro, torturas. Entonces si la ley de 2000 no beneficiaba al preso común que había cometido ese tipo de delitos, tomar la decisión de que eso beneficiara a un grupo de militares era ya una decisión política", afirmó.


El ex ministro destacó la posición de la Iglesia al presentar su propuesta, pero enfatizó que el perdón no se puede tratar de establecer por decreto ya que detrás está la situación de cada persona.


"El perdón es una virtud muy alta en una sociedad, y muy difícil de lograr. Para las personas que no han vivido los hechos se puede mirar de una manera. Para las personas que han padecido directamente en sus padres, su hermano, en fin, el perdón es muy duro, es una actitud sublime casi. Si cada uno de nosotros se preguntara si está dispuesto a perdonar si le hubieran matado a un pariente muy cercano creo que sería muy difícil", expresó.

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