Video: La mina, antes y después del derrumbe
COPIAPÓ.- El informe de la Dirección del Trabajo advirtiendo el incumplimiento de las normas de seguridad en la mina San José no es el único documento que demuestra anomalías en ésta. Pues bien, el yacimiento de la empresa San Esteban ya registraba tres sumarios por problemas sanitarios.
De acuerdo a lo publicado por "La Segunda", la Secretaría Regional Ministerial (Seremi) de Salud inició investigaciones por infracciones que van desde accidentes graves -como la amputación de una pierna de un trabajador el 3 de julio- hasta servicios higiénicos en malas condiciones.
Según el seremi Raúl Martínez, desde 2008 a la fecha se han indagado cinco denuncias, dos de las cuales aún están en curso.
La primera de ellas data del 17 de febrero de ese año, cuando se estableció que la mina no contaba con autorización para el funcionamiento de agua potable y alcantarillado.
"Materia de la infracción: D.S. N°977/96 y D.S. N° 594/99: Establecimiento de Agua Potable y Alcantarillado Particular; cocina sin lavamanos; problemas estructurales; sin protección contra vectores; campana con grasa y unidad refrigerante con puerta en mal estado, entre otras similares", dicta el documento.
Casi dos años después (26 de enero de 2009), la Seremi de Salud corroboró las mismas falencias y agregaba problemas en los elementos del agua potable.
"Materia de la infracción: artículos sugeridos por la Unidad de Salud Ocupacional 13, 14, 15, 26, 44 y 52 del D.S. N°594/99: Sistemas de Alcantarillado y Agua Potable sin Autorización de Funcionamiento; agua potable sin concentración mínima de cloro, ausencia de extintor, falta de aseo en lavamanos y caseta de W, entre otras", reza en dicho informe.
En la misma fecha, pero de 2010, se abrió un nuevo sumario, tras el incidente que dejó a un trabajador con fracturas expuestas en ambas piernas.
"Accidente grave: Operador de cargador frontal, al tratar de deternerlo sufre atrapamiento con lesiones de fracturas expuestas en ambas extremidades", indicó en ese entonces la revisión.
Seis meses después (3 de julio) ocurrió algo similar con el minero Gino Cortés: "Accidente grave: El trabajador terminaba trabajo de fortificación, cuandos e produce un derrumbe del techo con resultado de atrición y amputación traumática de pierna izquierda".
El 8 de ese mes, se comprobó en una nueva fiscalización que el yacimiento "no tenía autorización de funcionamiento de sala de procedimiento de enfermería, casino de alimentación, alcantarillado y agua potable; servicios higiénicos en malas condiciones; deficiencia en comedor; sin evaluación de ruido de taller".
Por último, en la misma fecha se comprobó el "incumplimiento de actividades en superficie", entre ellas, la ausencia de una sala de primeros auxilios.