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Santiago: Viernes 19 de abril del 2024 | Actualizado 12:54
Héctor Llaitul, líder de la CAM y uno de los comuneros que llevan 62 días en huelga de hambre.
El MercurioSANTIAGO.- Cuatro mapuches cumplieron hoy 18 horas en "ayuno solidario" para apoyar a sus pares presos en la Región de la Araucanía, que llevan 62 días en huelga de hambre como medida de presión al gobierno de Sebastián Piñera.
Los cuatro comuneros están acampando en el frontis de la municipalidad de La Florida, en Santiago, con la finalidad de dar fuerza a los 34 mapuches encarcelados.
"La idea es presionar para que el gobierno, de una vez por todas, se siente a dialogar con los familiares de los prisioneros políticos mapuches", señaló Quintún Paillaqueo.
La administración de Piñera hasta ahora se ha negado a dialogar con los presos mapuches, ya que no aceptan la medida de presión con la que ellos protestan por la aplicación de la Ley Antiterrorista a sus casos, lo que permite un doble procesamiento, por tribunales civiles y militares.
Sin embargo, para dar una señal de acercamiento a los integrantes de la principal etnia indígena de Chile, el Mandatario anunció modificaciones a la Justicia Militar y a la ley Antiterrorista.
Estas iniciativas no han tenido respaldo de parte de los mapuches. María Tralcal, vocera de los 34 presos en ayuno, señaló hoy a radio Cooperativa que el Ejecutivo "pretende lavarse las manos" con los proyectos de ley impulsados esta semana.
"La modificación de las leyes no satisface las demandas de los comuneros. Estuvimos evaluando la minuta que nos envió el Ejecutivo y es una propuesta demasiado ambigua (...) Entendemos que el Ejecutivo se quiere lavar las manos y entregarles todo el cargo a los parlamentarios", sostuvo Tralcal.
La mujer reiteró que los mapuches no depondrán la huelga de hambre y dejó en claro que "si en algún momento llega a darse un desenlace fatal, nosotros claramente responsabilizamos al Ejecutivo de lo que está ocurriendo".
A pesar de la negativa de establecer una mesa de diálogo con los presos, el gobierno envió el ministro de Salud, Jaime Mañalich, a los huelguistas para evaluar su estado de salud.
"Es el momento de tomar un rol más activo en el cuidado de vida de esos comuneros porque estamos llegando a una situación de riesgo", señaló Mañalich.
El secretario de Estado añadió que el cuidado de los mapuches quedará a cargo de los servicios de salud regionales junto con la Gendarmería (policía de prisiones) para seguir de cerca los tratamientos que sean necesarios para mantener la vida de los huelguistas.
La crisis entre los mapuches y el Estado tiene su origen en demandas históricas por autonomía y tierras, pese a que las autoridades entregaron o regularizaron la propiedad de medio millón de hectáreas a estos indígenas desde 1990.
Los mapuches consideran, en base a antiguos títulos de merced, que unas tres millones de hectáreas les pertenecen en el sur del país.
La posibilidad de un acuerdo, jamás logrado en la historia independiente del país, enfrenta la dificultad de que la etnia mapuche está fragmentada en 2.200 comunidades, sin un líder común.
