La ''Ramada del refugio de los 33'' es uno de los epicentros de los festejos en el campamento Esperanza.
El Mercurio
SANTIAGO.- El viernes todo fue alegría en la mina San José. Con la llegada de la perforadora del plan B al taller aledaño al refugio donde se encuentran los 33 mineros se desató la fiesta, tanto en el fondo del yacimiento como en el campamento Esperanza.
Este sábado las celebraciones en Copiapó continuarán: a mediodía los trabajadores atrapados cantarán el Himno Nacional (uniéndose a la actividad que se realizará a lo largo de todo el país) e izarán otra bandera. En la superficie, las familias harán lo mismo en uno de los cerros cercanos a la mina.
Pero las celebraciones tienen una fecha de término. Después, los trabajos de rescate (que no se detienen por las fiestas) contarán con 33 hombres más.
"Ahora necesitamos su ayuda (de los mineros), porque removeremos material en el fondo del pozo. Ellos tienen máquinas en el interior de la mina y les vamos a proveer petróleo", explicó ayer el ingeniero André Sougarret, coordinador de los rescatistas.
Es decir, los 33 trabajadores deberán limpiar los escombros que caigan mientras la máquina T-130 ensanche la cavidad hasta los 66 cm de diámetro, que ahora es de 25 cm.
Por mientras que se cambia parte de la maquinaria para comenzar la fase de ensanchamiento, los mineros disfrutan del Bicentenario con un menú de una empanada, carne con ensaladas y compota de frutas.
Para mañana está previsto que el Presidente Sebastián Piñera llegue hasta Copiapó para compartir con los familiares de los mineros y saludar a los 33.
