Curipán aseguró que los uniformados tomaron fotografías en su hogar mientras él no estaba presente.
Mario Quilodrán, El Mercurio.TEMUCO.- El vocero de los diez comuneros mapuches de Angol que siguen en huelga de hambre, Rodrigo Curipán, expresó su malestar este martes al denunciar que Carabineros allanó su domicilio.
Curipán aseguró que los uniformados desordenaron su casa y tomaron fotografías mientras él no estaba presente, pero sí sus padres.
Tanto él como otros representantes del pueblo indígena acusaron una estrategia de "amedrentamiento" y "hostigamiento" de las autoridades a través de la policía.
Según Jorge Huenchullán, citado por Radio Cooperativa, los policías buscaban a Alex Curipán, pero éste se encuentra en huelga de hambre. Por esta razón, afirmó, "no se justifica el allanamiento y claramente es persecución, en ánimo de encontrar algo para desacreditar a los dirigentes y tratar de inculparlos en algo".
Mientras Curipán dijo que pedirá explicaciones al alto mando de Carabineros, la dotación de Malleco manifestó a Radio Bío Bío que visitó el domicilio del representante mapuche ya que debía notificar a sus hermanos por diversos ilícitos por los que son requeridos por la justicia.
Monseñor Ezzati mantiene diálogo
Por su parte el arzobispo de Concepción y facilitador del diálogo con los comuneros en huelga, monseñor Ricardo Ezzati, aseguró que "mientras haya uno que no se sume a la vida, vamos a estar preocupados".
El prelado, que mantiene contactos telefónicos con el lonko Víctor Queipul, explicó que la piedra de tope es la situación de los testigos protegidos y reconoció que aún hay una brecha abierta para continuar con el diálogo.
"Espero en el día de hoy seguir dialogando por teléfono para ver en qué momento nos podemos encontrar y ofrecer lo que se pueda ofrecer para que el diálogo pueda continuar y llegar a una buena conclusión", manifestó.