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Monseñor Valech: Un hombre sencillo que dedicó su vida a ayudar a los demás

A los 83 años falleció hoy un sacerdote que es recordado por su sencillez y solidaridad con quienes requerían su apoyo.

24 de Noviembre de 2010 | 10:49 | Emol
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César Silva, La Segunda.

SANTIAGO.- A la hora de definir a monseñor Sergio Valech Aldunate (1927-2010), las palabras se repiten entre quienes lo conocieron de cerca: un hombre sencillo, generoso, confiable, preocupado por los más desprotegidos, inteligente, con un don especial para administrar bienes y liderar equipos.


No le gustaba gastar dinero en cadenas de plata y anillos. La vida austera que llevó desde que asumió el sacerdocio en junio de 1953 contrastó siempre con la fortuna que poseía gracias a la herencia que le dejó su padre, Antonio Valech Haddad, un inmigrante sirio que se dedicó al negocio inmobiliario y que a mediados del siglo XX, junto a otros connotados empresarios de la época, compró 900 hectáreas de la Hacienda Apoquindo a los curas dominicos.


Si bien le molestaba hablar sobre su dinero, éste le permitió convertirse el año 2006 en el particular que más aportes hizo a la educación chilena, al donar $1.600 millones. Pero eso lo realizó en silencio, siguiendo la filosofía de vida que, según sus cercanos, defendía con fervor: "Que no sepa tu mano derecha lo que hace la izquierda".


Esa misma vocación de servicio por los demás lo llevó en 1987 a asumir el liderazgo de la Vicaría de la Solidaridad, a integrar la Mesa de Diálogo sobre Derechos Humanos en el año 2000 y, desde el 2003, a presidir la Comisión Nacional sobre Prisión Política y Tortura, conocida como Comisión Valech.


Tareas complejas que él mismo reconoció como tales en una entrevista que en diciembre de 2004 concedió a la revista "Sábado" de El Mercurio, donde sostuvo que "sin duda, la acción que tuvo que realizar la Iglesia en tiempos del gobierno militar fue espectacular", en pos de la defensa de los derechos humanos y la "constante acogida de quienes estaban siendo perseguidos".


Esa lucha le valió más tarde el reconocimiento de diversos actores políticos y sociales, incluyendo al ex fiscal militar Fernando Torres Silva, a quien en 1989 se negó a entregarle las fichas médicas de quienes se atendieron en la Vicaría de la Solidaridad.


A pesar de ese episodio, fue Torres una de las personas que desde el año 2008 lo visitó en su residencia ubicada en calle Santa Isabel y quien, en una de sus apariciones por el lugar, comentó: "Creo que Monseñor Valech no pasará desapercibido en la historia de Chile".


Aunque el también ex vicario de la Pastoral Social se negó en principio a reconocer esos encuentros, finalmente terminó admitiendo que con el ex fiscal pudieron "entender lo que le pasó a uno y a otro". "No me pidió perdón, pero me reconcilié con él", aseguró.


En una de sus últimas entrevistas, en mayo de 2009, quien fuera un amante de los dulces y fumador empedernido -lo que le significó un cáncer al pulmón- se mostró a favor de cerrar las heridas por los detenidos desaparecidos. "Se terminó... Durante un tiempo largo se ha trabajado en este tema. Debemos pensar en el presente y no en el pasado, a pesar del dolor que exista, uno debe seguir caminando", manifestó.


No obstante, en diciembre de ese mismo año fue el anfitrión de un reservado encuentro que volvió a reunir a la totalidad de los miembros de la Comisión Nacional sobre Prisión Política y Tortura creada por el ex Presidente Ricardo Lagos, con el fin de reabrirla para calificar casos de detenidos desaparecidos, ejecutados políticos, víctimas de prisión política y tortura entre 1973 y 1990.


Hoy, al terminar su lucha, quedan latentes sus palabras: "He cumplido con un deber de justicia (...). Que cada cual en su conciencia asuma su responsabilidad en buscar caminos de paz, busque pedir perdón y perdonar. Cada cual tiene su conciencia. Yo no le voy a dar normas a nadie. Yo respeto la libertad de las personas".